Soy Estrella Jalfón, tengo 75 años. Nací en Tetuán, donde mis abuelos hablaban haketía. Mi madre era Oro Benatar de Jalfon y mi padre Jacob Jalfón. Éramos 3 niñas y 4 niños.
En la escuela primaria de la Alianza Israelita (Alliance Israélite Universelle de Tetuán) se estudiaba francés y español, pero como no se podía seguir estudiando francés y yo quería desde los 9 años ser maestra, me fui sola en tren a Casablanca.
Tenía 12 años, una gran maleta y vivía en casa de una familia judía.
Después de 4 años conseguí una beca y estudié en Paris, en el seminario de la Alianza Israelita (Alliance Israélite Universelle), también allí estudié 4 años. Tuve la suerte y el honor de ser alumna del eminente filosofo Levinas. La época de Paris fue inolvidable, por las personas tan interesantes que conocí y por la belleza de Paris.
En 1956 empecé a ejercer en la Alianza, que para entonces era un magnífico edificio en el ensanche dominado por las montañas. Antes de eso era un edificio grisáceo al fondo de la judería… ¡Era extraño tener por colegas a las que habían sido antes mis maestras!
Me case en 1961 con Jacob Bentolila. El trabajaba de arquitecto en l’Office des Phosphates. En Kurigba. Tenemos 2 hijos, José y Dani, 2 hijas, Perla y Lucy y 7 nietos: , Dana, Nir, Gay, Galy, Lihy, Shany y Guil.
Estrella el dia de su boda, en traje de paños – Septiembre de 1961
Trabajé en el liceo Marroquí en las asignaturas: matemáticas, física y química. Trabaje 13 años en Marruecos.
De cuando trabajé en Marruecos, tengo dos hechos interesantes:
Durante la guerra de los 6 días trabajé en el Liceo, en Yusufia, en esa ciudad ¡solo había 2 familias de judíos! Los alumnos eran todos musulmanes. El director también.
Antes de empezar el curso, por la mañana, el director me llamó a su despacho y me dijo:
-“Sabemos que usted es judía . Nuestro rey Hassan II ha dicho en su discurso que no hagan daño de ningún modo a los judíos, así que si los alumnos le molestan me lo dice.”
Tocan la campana, entro a la clase con los alumnos y ellos empiezan a decir: -“Misken (pobrecitos) los judíos ¡¡¡Los Egipcios los van a liquidar!!!”
Sin dificultad conseguí silencio y empezamos a estudiar. En esos días, había censura en la mayoría de los periódicos y solo la policía tenia televisión.
Al día siguiente en el recreo todos mis alumnos se agruparon alrededor mío y me explican en árabe que todo se acabo…
Como yo no entiendo, dicen: – “Naser: kaput, wualu (nada)”- y con un gesto muy descriptivo explican que todos los aviones cayeron al suelo…
Entonces sí, les dije que continuaran hablando.
El segundo es que, una vez tomaron un examen de matemática a todos los alumnos de todas las ciudades de Marruecos, a los alumnos de 14 años.
Unos días después me llama el director a su despacho y me presenta al inspector de matemáticas de Rabat.
Este me anuncia que mis alumnos han salido los primeros en el examen y me felicita. Luego me pregunta: “¿cual es tu secreto?”
A lo que respondí: -Nunca explico nada nuevo hasta que todos hayan asimilado lo anterior- y esto me hace recordar que cuando dejé el liceo y empecé a trabajar en Casablanca me remplazo un jovencito francés ¡awa no sepas de mal!
Los alumnos llenaron la capucha de la jalabia de piedras y empezaron a “alearlas” (tirarlas) sobre el desgraciado!
El se refugió debajo de su mesa , cubierta por los tres lados laterales. Cuando se acabaron las municiones empezó el curso.
¿Awa que hara el meskin? Genneando (rabiando), fue a quejarse a la policía. El jefe de policía le oye y contesta: ¿y tu, porque haces preguntas difíciles?
En 1970 nos instalamos en Málaga y allí ejercí en el Liceo Francés por 3 años.
Luego nos fuimos a Israel. Al llegar allí, el verano del año 1976, me dijeron que aquí (Israel) ejercer en francés… ¡ni hablar! Entonces empecé a estudiar el hebreo.
Al llegar, sabía leer y escribir el hebreo y bastante gramática del árabe literario (estudiado en Casablanca). Después de 5 meses de ulpán (escuela para el estudio intensivo del idioma hebreo para los recién llegados a Israel) donde a veces retenía 70 palabras, estudié en un seminario, que hice en 1 año en lugar de 2.
En el año 1978 comencé a ejercer en hebreo. En Holón enseñé 17 años y a los 57 años de edad me retiré.
De izq. a der.: Raquel (hermana de Estrella), Estrella, Eva (novia), Jean (novio), Rebeca (hermana de Estrella), Jose Aburbeh esposo de Raquel. Atrás, el joven Michel (sobrino). La foto fue tomada en casa de Rina y su esposo, en París.
Me ocupé, desde entonces, del voluntariado en los centros de ancianos y también me dediqué a lo que siempre quise hacer y no había tenido tiempo: pintar y esculpir.
Viajé bastante y conocí el Círculo Polar, Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania, España, Marruecos, Venezuela…
Ahora juego mucho al bridge, resuelvo palabras cruzadas en francés, español y hebreo para que las neuronas no duerman…
Mi amor por la haketía está en todas las fibras de mi ser y no sé como describirle. Un párrafo que escribió un autor español describe un poco mis sentimientos:
“….y es como si a una hermana que la infancia nos hubiese arrebatado y creyéramos perdida para siempre, o muerta, de repente la encontráramos en el albergue de gentes humildes que la hubieran cuidado y vestido a su modo, con atavíos, distintos de los nuestros, pero que nos la hubieran conservado honesta y viva….”
Estrella Jalfon-Bentolila