María Antonia Abad Fernández, la futura Sarita Montiel, nació en Campo de Criptana, Ciudad Real, el 10 de marzo de 1928. Estudió interna en un convento de dominicas y más tarde en el colegio Jesús María de Orihuela (Valencia).
Cuando tiene 15 años es descubierta por el productor Vicente Casanova, quien la hace participar en un concurso de nuevas actrices que, naturalmente, gana.
En 1944 debuta en el cine con el seudónimo de María Alejandra. Cuando el avispado Enrique Herreros se convierte en su agente, se lo cambia por el definitivo de Sara Montiel.
En 1950, un tanto cansada de las escasas posibilidades que el cine español le ofrece, parte hacia México. Durante seis años se convertirá en una de las estrellas preferidas por el público azteca. Será su época radiante e internacional, codeándose con lo mejor de la intelectualidad española en el exilio. No contenta con México, intenta la aventura hollywoodiense. Sólo interpretará tres películas aquí, pero se agenciará un marido prestigioso en 1956: Anthony Mann.
En 1957 regresa a España. Herreros le tenía preparado un contrato para un film que supondría su relanzamiento definitivo en su país natal: <<El último cuplé>>. A partir de este momento, los films con cupletista abandonada se
sucederán y Sara Montiel se convertirá en un verdadero mito del cine y la canción hispanos.
Automáticamente todas las canciones de sus films se convierten en éxitos y sus actuaciones en directo obtienen llenazos asegurados. En 1964, divorciada ya de Anthony Mann, se casa con el ingeniero Vicente Ramírez Olalla en Roma. Este nuevo matrimonio será el último que celebrará, aunque los último años los ha pasado junto a Pepe Tous, propietario del periódico mallorquín hasta que éste murió en agosto de 1992.
El inaccesible mito Sara Montiel se ha mantenido durante veinte años. Y aunque últimamente parece estar bastante alejada del cine, los éxitos tumultuosos de sus espectáculos -principalmente <<Saritísima>>, título que tomó prestado de