Hace 2000 años que los judíos, presos, esclavos de los romanos, llegaron a Sefarad (España). Posiblemente, entraron por el cabo gallego de Finisterre, que en latín significa Fin de la Tierra. En Galicia, se asentaron raíces de judíos sefarditas y de otros que se instalaron en otros países.
"...y los cautivos de esta hueste de los hijos de Israel, los que están entre los cananeos hasta Tzarfat y la cautividad de Jerusalem, que está en S'farad (Sefarad)." (Abdias I:20).
Los judíos llevados a Babilonia, Mesopotamia, fueron traídos a España y le dieron el nombre de Sefarad, del que se dice que significa lejísimo. Aquí, todos, seguidores de Cristo, o de la Ley de Moisés, se organizaron bajo el mandato romano realizando y colaborando con ellos en importantes trabajos y en sus principales proyectos.