CÓMO ERA LA ORGANIZACIÓN CULTURAL DE ESPAÑA EN LA
QUE FUE SU ZONA DE PROTECTORADO EN MARRUECOS
Por Fernando Valderrama Martínez
Una de las más bellas realidades labradas amorosamente por España en Marruecos fue la de la cultura, que ya se había iniciado antes del régimen de Protectorado, y que dio los primeros pasos en los años duros de la pacificación, meced al entusiasmo de las primeras oficinas de Intervención, y fue adquiriendo personalidad luego, hasta llegar a la situación en que se encontraba la zona marroquí-española en el momento de su independencia.
ENSEÑANZA ESPAÑOLA
Cincuenta escuelas españolas, distribuidas por las distintas ciudades de la Zona y por los núcleos urbanos de población española suficiente, proporcionaron la primera enseñanza a los niños españoles algunos musulmanes que acudieron voluntariamente a ellas.
Para la enseñanza media se dispuso de Centros en Alcazarquivir, Arcila, Chauen, Villa Sanjurjo (hoy Alhucemas) y Villa Nador, que preparaban a los alumnos en los distintos cursos de Bachillerato. Una comisión de catedráticos del Instituto de Ceuta se desplazaba a las tres primeras localidades citadas para examinar cada curso a los alumnos, y lo mismo hacían los del Instituto de Melilla respecto a Villa Sanjurjo y Villa Nador.
Además de estos Centros oficiales existían colegios particulares, legalmente reconocidos por el Ministerio de Educación de España, especialmente en Tetuán y Larache.
En junio y septiembre se desplazaba a Tetuán y Melilla una Comisión de Catedráticos de la Universidad de Granada, para proceder a las pruebas del llamado entonces examen de Estado (Reválida).
ENSEÑANZA ISRAELITA
En las escuelas de la Alianza Israelita Universal, establecidas en Tetuán, Larache y Alcazarquivir, había maestras y maestros españoles encargados de la enseñanza de este idioma.
En Larache y Arcila había una sección israelita en los Grupos Escolares “Yehudá Halevy” y “Juan Nieto”, respectivamente. En Alcazarquivir existía un grupo escolar, el “Benchaprut”, destinado a la enseñanza israelita.
En ellos recibían los niños de esta religión las enseñanzas en español que correspondían al programa primario y, además, la debida instrucción religiosa mosaica.
En cuanto a Enseñanza Superior, había en Tetuán un Seminario Rabínico con internado, que formaba jueces rabínicos, notarios, circuncidadores y maestros de enseñanza religiosa.
ORGANIZACIÓN CENTRAL DE LA ENSEÑANZA Y CULTURA MUSULMANAS
El Ministerio de Instrucción Pública era el organismo del Majzen encargado de velar por el aspecto cultural. Fue creado por dari de 1 de moharram del año 1306 (26 de noviembre de 1946) y hasta entonces la enseñanza había tenido como jefatura una Dirección, que era un servicio más de la Delegación de Educación y Cultura.
Ocupó el cargo de Ministro, provisionalmente, el Gran Visir, excelentísimo señor Ahmed ben Abdelkrim el Haddad.
El segundo cargo del Ministerio era el de Secretario general, y los servicios estaban divididos en cuatro Direcciones: la de Enseñanza Religiosa, la de Enseñanza Universitaria, la de Enseñanza Media y la de Enseñanza Primaria.
Además de las Direcciones de Enseñanza, había un Consejo Superior de Enseñanza Marroquí, órgano cuyo origen se remontaba al año 1916, pero cuya última reorganización se produjo el 10 de noviembre de 1951.
En la rama de investigación tenía también el Ministerio un Consejo Superior, creado en la misma fecha que el Ministerio.
LA ENSEÑANZA PRIMARIA
Distribuidas por toda la Zona, en las ciudades y en el campo, había setenta escuelas primarias musulmanas para niños y niñas, con ciento ochenta y dos clases en total. El plan de estudios de estas escuelas comprendía Alcorán, Religión y Moral, Lengua Árabe, Lengua Española, Aritmética y Nociones de Geometría, Geografía, Historia, Nociones de Ciencias, Nociones de Higiene, Nociones de Agricultura (escuelas de niños), Dibujo y Trabajos manuales (escuelas de niños), Dibujo y Labores europeas (escuelas de niñas), Lecciones de cosas e Higiene (párvulos), Educación Física, Canto y Juegos (párvulos).
El plan de estudios se desarrollaba en árabe con excepción de la Lengua española, Dibujo y Labores europeas, Canto (en su parte española) y Geografía e Historia de España. Solamente cuando en una escuela el profesorado musulmán no estaba todavía capacitado para explicar las materias en árabe, se daban éstas en español hasta tanto se encontrara quien pudiera darlas en aquel idioma.
Las escuelas estaban bajo la dirección de maestros marroquíes, y un maestro español desempeñaba el cargo de asesor junto al director. Además, había alfaquíes para la enseñanza del Alcorán, y en las escuelas de niñas había maestras marroquíes especiales de labores del país.
En las escuelas urbanas se tendía a una orientación intelectual y profesional, mientras en las escuelas rurales esta orientación era más bien agrícola, sin que se descuidara la orientación intelectual de los alumnos que demostraran aptitudes para ella.
La escolaridad comprendía seis grados, los dos primeros de párvulos. Esta división se refería a escuelas graduadas completas.
En todas las escuelas se daban treinta y seis clases por semana, considerándose festivo el jueves por la tarde, el viernes y todas las fiestas religiosas musulmanas. Los maestros españoles que servían en estas escuelas guardaban, además, los días de precepto católico.
Las escuelas servían el desayuno todos los días, y estaban atendidas en los conceptos de ropero escolar, biblioteca, material, gastos fijos y mobiliario. Además, en la mayoría de las escuelas estaba organizado el comedor para niños necesitados, abierto todo el año, incluso en las vacaciones de verano.
Había clases de adultos organizadas en todas las escuelas, y los niños estaban atendidos por un servicio médico-escolar.
Anualmente se celebraban exámenes para obtención del Certificado de Primera Enseñanza ante Tribunales constituidos en las distintas ciudades de la Zona. Estos exámenes se hacían sobre los cuestionarios oficiales que regían para la Enseñanza Primaria musulmana.
Además de estos exámenes se celebraban otros para becas entre los alumnos que poseyeran el Certificado de Primera Enseñanza y que aspiraban a estudios de Enseñanza Media. Estos exámenes se celebraban en Tetuán y con los que aprobaban se formaba una relación que cubría las vacantes de becarios hasta el último día de cada año.
Anualmente se organizaban Colonias Escolares de playa y de montaña durante los meses de verano, a los que se llevaba a los alumnos que más lo necesitaban.
LA ENSEÑANZA MEDIA
Había en Tetuán dos Institutos de Enseñanza Media Moderna, uno para cada sexo, donde se cursaba el Bachiller marroquí, que constaba de dos ciclos: uno de cuatro cursos, en el cual todas las materias se enseñaban en árabe, con excepción de la lengua española y de la segunda lengua europea (francés o inglés, a elegir), que se estudiaban en el idioma correspondiente. Al terminar los cuatro cursos, un examen de reválida concedía a los alumnos el certificado correspondiente. Si el alumno deseaba continuar el Bachillerato, lo había de hacer en el quinto curso del plan de estudios español, continuándolo hasta terminarlo, y pudiendo luego presentarse al examen de Estado. En estos cursos del Bachillerato español, el alumno estudiaba también Religión Islámica y Lengua árabe.
El Bachillerato marroquí, en su primer ciclo de cuatro cursos, era reconocido por España, Egipto y Líbano, es decir, que un alumno que terminara cualquiera de estos cursos podía pasar al siguiente del Bachillerato en uno de los países indicados.
El Gobierno español dictó también medidas en relación con los últimos cursos y el examen de Estado.
En Villa Nador existía un centro de Enseñanza Media marroquí, donde se cursaban también estos estudios y que, para efectos de exámenes, dependían del Instituto de Tetuán.
En estas mismas condiciones se organizaron Centros en otras ciudades de la Zona.
LAS ESCUELAS DEL MAGISTERIO
Existieron dos Escuelas Normales de Magisterio: una para maestras y otra para maestros.
Para ingresar en estas Escuelas se requería tener aprobados tres cursos del Bachillerato marroquí; y, una vez ingresados, los alumnos estudiaban tres cursos de carrera, el último de ellos dedicado a prácticas de enseñanza y ampliación de estudios, al aprobar los cuales los alumnos tenían derecho al título de maestro o maestra de Enseñanza Primaria musulmana, lo que daba derecho a presentarse al concurso-examen que el Ministerio de Instrucción Pública del Majzen convocaba para cubrir plazas vacantes.
Estos estudios también podían hacerse como alumnos libres, y, en este caso, el profesorado musulmán tradicional que había en las escuelas musulmanas de la Zona, nombrado antes de la creación de estas escuelas y que se presentaban a los exámenes, quedaban dispensados de las prácticas de enseñanza en atención a sus servicios.
Las asignaturas se estudiaban en árabe, a excepción de la lengua española y un número determinado de lecciones de Pedagogía, que se estudiaban en español. Asimismo, en la Escuela Normal del magisterio femenino estaban a cargo de profesoras españolas las clases de Labores y Enseñanzas del Hogar, así como aquellas materias que no podían ser desarrolladas en árabe por falta de profesores idóneos.
Los alumnos que aprobaban el cuarto curso de Bachillerato marroquí podían solicitar del director de la Escuela Normal del Magisterio correspondiente la convalidación de asignaturas para el primer curso de la carrera, estando obligados a examinarse de las restantes para completar este primer curso.
LA ESCUELA POLITÉCNICA
Con tres cursos de Bachillerato (de cualquier tipo) se podía ingresar en la Escuela Politécnica de Tetuán, cuyas secciones eran: Peritos Comerciales y Administrativos, Peritos Agrícolas, Peritos Aparejadores y Auxiliares de Medicina. Los estudios, debido a la falta de profesores marroquíes de estas especialidades, se hacían casi todos en español, y comprendían tres cursos en cualquiera de las secciones. Al terminar, se concedía el título correspondiente, que daba derecho a ejercer la profesión en la Zona.
LA ENSEÑANZA RELIGIOSA
La enseñanza religiosa era la tradicional en Marruecos. Pero, si bien no se modificó su esencia, sí sufrió cambios en su organización: se amueblaron e instalaron tanto las salas destinadas a enseñanza como las residencias de los estudiantes; se redactaron programas y planes de estudio, terminando éstos con un documento oficial; se legisló sobre el porvenir de los titulados en estos Centros y, progresivamente, se fue abandonando las mezquitas como lugares de enseñanza, para que ésta se impartiera en locales expresamente instalados de manera moderna.
Estos Centros se denominaban Institutos Religiosos, y en ellos se cursaban los tres grados en que se dividía esta enseñanza: primario, medio y superior.
LOS ESTUDIOS SUPERIORES
El alumno que estaba en posesión del Bachillerato marroquí podía iniciar estudios superiores en Oriente (Líbano y Egipto), y el que había conseguido el título de bachiller español podía iniciarlos en cualquiera de las Universidades y Centros Superiores de España.
OTRAS ENSEÑANZAS
Sin necesidad de cursar estudios de Bachillerato ni de enseñanza religiosa, se abrían al alumno que terminaba la enseñanza primaria otros campos, como era la preparación para oposiciones o carreras cortas en España, en las que no se exigían cursos de enseñanza media, y dentro de la Zona, las Escuelas de Trabajo, las de Artes Marroquíes de Tetuán y la Preparatoria de Bellas Artes de esta ciudad.
PROTECCIÓN ESCOLAR
Un reglamento de fecha 2 de junio de 1950 establecía cuanto se refiere al régimen de becas y ayudas a los estudiantes marroquíes que las merecieran por su inteligencia y falta de medios.
Las becas podían ser para internos y para externos. Para los primeros había Residencias en Tetuán, Melilla, Ceuta, Granada, Madrid y El Cairo.
Los becarios se seleccionaban, mediante exámenes, cada año, y el presupuesto destinado a ellos ascendía (año 1952) a 1.240.000 pesetas.
LA EDUCACIÓN FÍSICA Y LOS DEPORTES
Los escolares de la Zona recibían, junto a las demás enseñanzas de sus planes de estudios, una adecuada educación física y deportiva, que terminaba con una competición anual.
Había constituida una Junta Central de Educación Física y Deportes, que agrupaba a las distintas federaciones deportivas que se habían organizado en la Zona: ajedrez, atletismo, baloncesto, boxeo, caza y pesca, colombofilia, ciclismo, esgrima, fútbol, montañismo, natación y tenis de mesa.
LOS SERVICIOS DE PRENSA Y TURISMO
La misión de estos servicios está comprendida en su denominación. Era de especial interés, por lo que respecta al primero, la prensa árabe, que llegó a ser numerosa, y en cuanto al segundo, la organización de las visitas y alojamiento para los numerosos turistas que llegaron a visitar la Zona, cuyo número fue aumentando de año en año.
LA INVESTIGACIÓN Y LA CULTURA
El reducido espacio de un artículo no permite extenderse en detallar debidamente cada uno de los Centros que estaban dedicados a proporcionar al investigador y al estudioso los medios para desarrollar sus inquietudes y sus tareas. Nos limitaremos, pues, a citarlos:
1- El Instituto Muley Hassan, para la investigación en lengua árabe.
2- El Instituto General Franco, para la investigación en español.
3- En Centro de estudios Marroquíes de Tetuán, para estudiar la carrera de intérprete y dar a los que lo deseaban una necesaria cultura sobre Marruecos.
4- El Conservatorio Hispano-Marroquí de Música, de Tetuán, con sus dos secciones: árabe y europea. La primera fue particularmente interesante porque, por medio de su museo-laboratorio, realizó una delicada obra de investigación sobre la música árabe andaluza.
5- El Museo Arqueológico, de Tetuán, en el que se conservan los restos prehistóricos, púnicos y romanos hallados en las excavaciones que se realizaban periódicamente.
6- El Museo Marroquí, de Tetuán, que conserva todo cuanto se relaciona con el folklore de la Zona Norte: trajes, instrumentos de música, joyas, instalación interior de la casa, industrias menores, etcétera.
7- La Biblioteca General, con sus dos secciones, árabe y europea, rica en manuscritos, y cuyos fondos totales se elevaban a 25.000 volúmenes.
8- El Archivo General, que recogía los expedientes antiguos de todas las secciones de la Administración.
9- El Archivo Histórico, que conserva documentos de un alto valor para la historia de Marruecos.
10- El Archivo Fotográfico, que contiene 35.000 fotografías de Marruecos.
11- La Hemeroteca, que guarda las colecciones de todos los periódicos publicados en la Zona, desde “El Eco de Tetuán” fundado por Pedro Antonio de Alarcón en el año 1860.
Estos cinco últimos estaban en Tetuán y dependían de una Dirección General de Archivos y Bibliotecas.
http://www.lamedina.org/historia/organizacion%20cultural.htm