VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011

Dernière édition par Soly Anidjar le Lun 14 Nov 2011 - 17:13, édité 1 fois

VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011

Raconte en espagnol par Olga:

Mi querida familia, mis queridos amigos,
antes que nada, espero y deseo que todos estéis bien con la ayuda de D's y que así sea por siempre. Amén.
Esto que os voy a contar es mi habitual "Ketuba" tras nuestro viaje. Y, como de costumbre, quiero pediros "mejilah" (perdón) por lo extenso que pueda llegar a ser. Por lo tanto os pido que, si se os hace muy largo el leerlo, lo dejéis para otro día o para cuando sea. Nos lo hemos pasado muy bien, por lo tanto, que no sea la falta de ninguno de vosotros.
Y ahora ya comienzo con mi relato.
Ya estamos pues de vuelta de nuestro viaje anual a Tánger, en el que hemos tenido el placer de encontrarnos en nuestra ciudad, con un grupo de amigos tangerinos, procedentes de distintos lugares de España y de Francia. La experiencia ha sido maravillosa, porque aunque a algunos de ellos ya los conocíamos personalmente, con el resto nunca nos habíamos encontrado y os repito, ha sido un encuentro formidable, lleno de humor y simpatía y con un montón de nostalgia por nuestro pasado común vivido en Tánger.
En total fuimos 15 amigos y entre ellos contamos con la alegría de tener entre nosotros a nuestros queridos Félix y Fina, con quienes pasamos la mayor parte del tiempo, ya que ellos fueron los únicos que estuvieron los 10 días completos en Tánger. Si ya conocíamos personalmente a este matrimonio encantador, el poder haber estado con ellos todos esos días, ha fomentado aún más nuestra amistad y respectivo cariño. Gracias mis queridos Félix y Fina por habernos hecho pasar momentos tan entrañables y simpáticos. Veremos ahora con qué nos vas a sorprender en tus próximos PPS... Seguro que todos maravillosos, como los haces siempre.
También tuvimos el honor de contar con nuestra querida Pepi Quintana. No sabéis mis queridos amigos, lo bien que se encuentra nuestra Pepi a D's gracias y "bla a'ainará". Como la mayoría ya la conocéis, Pepi es para todos nosotros como un libro abierto. Es una enciclopedia sin fin, con una memoria prodigiosa. Que D's te "hadee" mi reina y ni te imaginas la alegría tan grande que supuso para Ricardo y para mí que pudieses acompañarnos este año en nuestro viaje. El año pasado no pudo ser por los motivos que todos conocemos, pero afortunadamente nuestra Pepi con su fuerza innata, se está encargando de superar todos los obstáculos con los que se pueda encontrar. D's está contigo mi reina y tu madre, desde el cielo, también está velando por ti. Por lo tanto, tú pa'lante y ya verás como también, bien pronto, cumples también tu deseo de ir a Tierra Santa, con el favor de D's. Amén.
Entre otros amigos, también tuvimos la dicha de contar con nuestro querido Juan Paredes, con su hermana Meme, su prima Marisol y el marido de esta última Felipe. Todos ellos venían de la zona de Alicante y Valencia. Vosotros, mis amigos de Israel, no conocéis a Juan Paredes, pero os puedo asegurar que, tanto para Ricardo como para mí, es como un hermano, sin menospreciar a nadie. Es un tangerino de los pies a la cabeza, de esos que llevan a Tánger en su sangre y además, es de las personas que más disfrutan cuando están en nuestra tierra. Lo saborea todo como si la vida le fuera en ello, se regocija hasta con el aire que se respira allí. Gracias a ti también, mi querido Juan, por los ratos tan buenos que hemos pasado junto a ti, con la alegría añadida de haber conocido a tu hermana Meme (Mercedes), que es un encanto de mujer, con un derroche de simpatía inimaginable. Gracias también a mi querida Marisol y a Felipe. Los dos una pareja encantadora, con un excelente sentido de humor. Marisol y Felipe, como prometido, espero que nos podamos encontrar bien pronto de nuevo, en Alicante para comernos una paellita, pero ya sabéis, de marisco nada de nada (mi alergiaaaa), de verduritas con magro que están buenísimas también.
Para seguir presentando a estos amigos que nos acompañaron, también he de destacar la presencia de Tere y su marido Andrés. Otra pareja encantadora, con la que nos reímos mucho también, especialmente con Tere y sus ocurrencias.
Siguiendo con las presentaciones, vino con nosotros también otro matrimonio que llegaron desde Paris, a quien no habíamos tenido el gusto de conocer personalmente, pero que con quien lo pasamos muy bien. Manolo y, Memé sois buena gente y tú Manolo, aquella noche cenando junto a ti me llegaste a sorprender mucho por todo ese conocimiento literario y sobre todo, con esa poesía que inventaste de joven, la cual te pediría por favor, que me envíes para leerla con atención, porque es verdaderamente buena... Vamos, para "hartarnos" de risa.
Por último y no por ello menos importante, quiero presentaros a otro matrimonio encantador, compuesto por mi querida Toñi López y José Luis Arévalo. Y fijaos bien, José Luis nada más verme, me preguntó si yo había cantado en el Tequila de Tánger. Yo le contesté que no lo recordaba, porque en mis años mozos había actuado en muchos lugares distintos, pero que seguramente también allí habría estado con mis hermanos. y hablando de hermanos, el propio José Luis me comentó que había jugado al fútbol con uno de los míos, con Kike, en la Hermandad de San José... Lo que son las cosas, después de tantos años y hay que ver cómo aparecen los recuerdos en nuestras mentes....
Gracias a todos mis queridos amigos por habernos hecho pasar tan buenos ratos, por tanta diversión, por tanta alegría y por tanta emoción contenida.
¡Madre mía! Y ésto es sólo la presentación de los amigos.... ¿qué voy a dejar para contar de Tánger y de todos los lugares que hemos visitado este año? Me váis a echar hasta los perros!!!!...jajajajaja
Bueno, nuestro primer encuentro, con parte de los amigos, ya fue en Algeciras, la víspera de cruzar el charco (como acostumbrábamos a decir en Tánger).. En el propio Algeciras vimos a Joaquín (el Wiwi), con cuya presencia y la de su encantadora esposa Mili no pudimos contar esta vez en Tánger. Pero tranquilo amigo, será por bien y para el año próximo, seguro que nos acompañáis. Al día siguiente y ya en nuestra ciudad, nos encontramos todos en el hotel para comer juntos. No os podéis ni imaginar la alegría de vernos allí todos y con tanto entusiasmo.
Quiero hacer una mención especial al hotel en el que nos hemos hospedado este año por primera vez. Se llama El Charf. No es un hotel de lujo, pero con las suficientes comodidades, como para disfrutar a tope. Es pequeñito, casi familiar, pero os aseguro que el calor que sentimos tanto de sus proprietarios, como del personal del mismo, fue encantador, magnifico. Además, con unas vistas hacia la playa y el puerto.... increíbles!!!. Ya lo conocíamos del año pasado, porque habíamos ido a comer allí, algún mediodía y nos enamoramos de la panorámica que teníamos delante de nuestros ojos. Así pues nos informamos de precios y demás y ya desde enero reservamos para nosotros dos. El resto de amigos se fueron uniendo a nosotros, reservando también con antelación. Sólo uno de los matrimonios que nos acompañaron al viaje no pudieron alojarse en el hotel, lo hicieron en el Chellah, pero fue porque decidieron ir a última hora y no hubo forma de contactar con el hotel Charf. Creo que hubo algún problema de ordenador o similar. Pero ello no impidió que estuviésemos junto con ellos todos los días, tanto para salir por ahí, como para comer o cenar.
Y hablando de cenar... Esa primera noche, decidimos hacerlo en Hammadi.. Para qué contaros el menú que nos zampamos... A' imá... cómo estaba esa harira y esos pinchitos y ese mechoui... Sólo de pensarlo, se me hace la boca agua... Y qué deciros de los pastelitos que nos pusieron de postre, con un buen té moruno, con su hierbabuena y sus flores de naranjo en él.. para chuparse los dedos.. En realidad eso fue lo que hicimos, más de uno, nos chupamos los dedos con auténtica delicia.
Al día siguiente se alquilaron tres taxis, más nuestro coche y nos fuimos todos a recorrer lo acostumbrado. El día no nos acompañaba porque hacía fresco y nos llovía de vez en cuando, pero todo lo superaba la alegría tan grande de estar allí, recorriendo esos lugares que tanto frecuentamos de niños... Empezamos yendo al Chorral.. Qué vistas señores!!!.. Qué paisaje más bonito y qué pinares los que allí siguen. De allí nos fuimos al Cabo Spartel. donde algunos de nuestros amigos, compraron piñones que nos ofrecían un puñado de niños para sacarse unas perrillas... pobrecillos... con el trabajito que da partir piñones uno a uno.. A continuación nos acercamos a las Grutas de Hércules.. Unos pocos entraron a verlas porque, o hacía muchos años que no las visitaban, o bien, porque jamás habían estado en ellas. Por supuesto les parecieron maravillosas, como verdaderamente lo son. Mientras tanto, nosotros haciendo fotos por todas partes, incluso a los camellos que allí suelen estar para los turistas y también a un gracioso burrito que lo manejaba un niño de apenas 5 ó 6 añitos, para sacarse también otras perrillas... Ah, pero éste último era bastante espabilado, en cuanto le echabas una foto te señalaba con los deditos que le dieras algunas monedas. Claro está, en cuanto alguien se las daba, venía un adulto y se las quitaba.. Seguramente su padre o algún familiar... Qué explotación....
En fin, de allí nos fuimos por la costa hasta Arcila.. D's mío de mi vida, cada día me gusta más ese pueblo. Tiene como un embrujo especial, que te hace recorrer sus calles intentando adivinar quién vivió por allí hace algunos años. Siguen conservándolo de lo mejor, con sus callejuelas pintadas de azul y blanco, inmaculadamente limpio y con algunos "graffitis" en sus paredes, que no desentonan del todo. El azar hizo que me encontrara allí con una prima hermana y su marido, que viven en Marbella, pero que como muchos otros españoles, habían decidido pasar la Semana Santa en nuestra ciudad. Comimos opíparamente en Arcilah, entre otras cosas, un "pescaíto frito", que más de uno también se chupó los dedos. Todo fresquísimo, del día diría yo. Más tarde y después de tomarnos otro té en una especie de "kahuachi", nos dispusimos a partir hacia Tánger, pasando antes por Malabata. Hacía bastante fresco, pero el aire era limpio y había muchísima gente por allí haciendo fotos también a todo lo que se movía...

Esa fue una de nuestras salidas, que duró prácticamente todo el día. En otra ocasión, volvimos a alquilar un taxi y por primera vez, por lo menos para Ricardo y para mí, nos dirigimos a "Chefchaouen" o "Xauen" como más os guste. Fue una sorpresa impresionante la que nos llevamos. Pero no sólo cuando llegamos, sino durante el camino, porque el paisaje era precioso. Y qué deciros de la ciudad. Es increíblemente bella, con una alkazaba majestuosa, muy bien conservada, y la medina llena de callejuelas, muy limpias por cierto, también pintadas de azul y blanco, aunque predominaba más el azul añil tan característico de ese pueblo. Habían muchas cuestas, pero con un buen calzado se podían recorrer sus calles con facilidad. La comida allí dejó un poco que desear, porque cometimos el error de almorzar en un restaurante turístico. Seguro que habríamos salido mucho mejor, si nos hubiésemos sentado en algún restaurante marroquí, donde puedan comer sus propios paisanos... Pero bueno, la experiencia fue buenísima, porque al final el taxista nos recomendó que visitásemos también un lugar en plenas montañas del Rif llamado "Gorges de Farda", perteneciente al Parque Nacional de Talassemtane. Ese lugar nos causó una gran impresión por la belleza del paisaje, rodeado de montañas y con unas cascadas de agua, que no si no hubiera sido por el fresquito que hacía, seguro que más de uno se hubiese dado un bañito. Fueron unos kilómetros más los que tuvimos que hacer, pero valió más que la pena. Precioso lugar y muy buena la idea que tuvo el taxista.
Ahora quería hablaros un poquitin de Tánger. Nuestra ciudad es muy especial para todos nosotros, por lo que allí vivimos y por los recuerdos que tenemos de nuestra infancia y adolescencia. Pero a mí siempre me ocurre lo mismo cuando llego a ella. Cuando voy en el barco y se empieza a divisar la costa de Marruecos, se me empieza a acelerar el corazón de la alegría tan grande por volver a Tánger. Pero os puedo asegurar que, nada más poner pie en esa tierra y empezar a caminar por sus calles, la impresión que tengo es que jamás me fui de allí. Sé que las cosas han cambiado y mucho, que hay mucha más gente viviendo allí, sobre todo del sur y también que se sigue construyendo muchísimo, pero para mí ya os digo, es como si el tiempo no hubiese pasado. Así como en otros viajes os he contado que se construía mucho, pero que las aceras del Boulevard, por ejemplo, estaban destrozadas, pues en esta ocasión y con alegría para mí, he de confesaros que lo han ido arreglando y ahora da gusto pasear por esas calles, sin el miedo de doblarte un tobillo por las aceras. El centro la verdad, está mucho mejor que el año pasado, aunque siguen descuidando las fachadas de los edificios antiguos... Qué pena, con lo bonitos que eran... Otra cosa es la Medina... Por allí no han hecho muchas obras que digamos, salvo pintar algunas fachadas de las casas... Es triste, pero ya os digo, por ahora creo que tardarán bastante en arreglar muchas cosas que están pendientes. Ahora eso sí, en lo alto de la Alcazaba y desde el mirador que da al puerto, hemos podido constatar toda la obra que han hecho en el mismo puerto, incluída una nueva carretera que sale desde el mismo y que te lleva directamente a las afueras de Tánger, sin la necesidad de pasar por el centro de la ciudad, con el fin de evitar tantos atascos. Sobre todo en verano, cuando vienen de vacaciones desde Europa tantos marroquíes a sus respectivas ciudades. De ese modo también se evitarán las grandiosas caravanas que se forman en el mes de agosto.
Otro lugar que visitamos fue el nuevo puerto que están haciendo en las afueras de Tánger, a unos 35 Km de la ciudad, pero la obra es impresionante. Según nos contaron, ese puerto se dedicará exclusivamente al tráfico de mercancias. Y el de la ciudad, el que todos conocemos, estará destinado unicamente a los pasajeros. Eso también es importante, porque no os quiero contar las horas que pasamos en el puerto a la hora de nuestra partida, esperando que llenaran el barco en el que ibamos a viajar de regreso, de camiones... Si no metieron más de 50 camiones, no metieron ninguno y no os exagero... Así pues, todo es para bien y las mejoras se irán viendo con el tiempo.Como es costumbre nuestra, este año también fuimos al cementerio de la calle Fez, a zo'orear a nuestros seres queridos y a los familiares de algunos amigos, cosa que hacemos con mucho honor. Nuestra sorpresa al llegar fue ver los arreglos que allí están haciendo. Ya era hora, porque sinceramente, daba penita verlo y más en esta época del año y después de tantas lluvias, para qué contaros como estaban algunas zonas de hierbas, pinchos y ortigas.. La idea que se les ha ocurrido es cubrir todo el suelo y entre las tumbas de cemento. Por lo menos ahora ya no te llenas los pies de arañazos e incluso es más fácil distinguir los nombres de nuestros familiares en las tumbas. Aunque también sabemos que, con el tiempo y con la lluvia, volverán a salir, por entre el cemento las mismas hierbas.... Han hecho de momento una parte, no toda, espero pues que, el año que viene cuando volvamos con el favor de D's, ya todo esté en condiciones. Nuestra Pepi nos contó lo que ella vio en el otro cementerio, el de la cuesta de la playa y la verdad, es denigrante que, con tanto dinero como tiene la comunidad, esté todo tan abandonado. Debería de removérsele la conciencia a más de uno... Se conoce que, los que se tendrían que encargar de esos lugares tan sagrados, no tienen a sus seres queridos alli enterrados. De lo contrario, pondrían el grito en el cielo y aunarían fuerzas de donde fuera, para solucionar el problema. Mi rey Alberto Mamán me pidió la dirección de la Comunidad, imagino que para escribirles una carta de protesta. Pues bien, aquí os la dejo por si alguno más quiere hacerlo y lanzarles así un buen rapapolvos. A ver si de ese modo, se les cae la cara de vergüenza y no miran tanto para sus propios bolsillos... maldito dinero... qué malo es...

Comunidad Israelita de Tánger
Sr Levy
Calle de la Libertad, Callejón- Portal C
Tánger
Telf: 00 212 (0) 539931633
El señor Levy era el presidente o administrador de la comunidad hace dos años. En la actualidad, no sé si seguirá siendo el mismo.

Por otro lado, también visitamos el asilo del Hospital Benchimol. En esta ocasión ibamos exclusivamente para visitar a Rachelita Hazan, ya que un amigo muy querido me lo había pedído. Y como él bien sabe, lo hicimos con mil amores. Esa señora es también un libro abierto, está mayor y bastante fastidiada, pero con todos sus conocimientos. Nos estuvo contando anécdotas de su época de costurera y otras que vivió en Israel. Lo que nos pudimos reír con ella. Raquel Fhima mi reina, lástima que no hubiese sabido que allí teníais unos primos. Sabes que de corazón también los habría saludado en vuestro nombre. Pero eso está hecho, el año que viene si D's quiere, como pensamos volver al asilo puesto que así se lo prometimos a Rachelita, ya me darás los nombres de esos primos y con mucho gusto los saludaremos.
Y volviendo a nuestras excursiones. Cómo no, también tuvimos un día para ir a Tetuán. La verdad es que lo encontré bastante bien. Las calles limpitas y no mucha gente por ellas. En ese viaje nos acompañaron nuestros queridos Fina y Félix. A mi reina Fina particularmente le hizo mucha ilusión ir alli, porque allí fue donde vino al mundo. No se acordaba de casi nada, pues con la edad de tres años se fueron para Tánger. Pero a ella también le encantó el estado en el que se encontraba. Por supuesto, comimos en la Casa de España, porque los pinchitos que hacen allí, sin despreciar los que hacía el bueno de Elías, están también buenísimos.

A pesar de lo extenso de mi Ketubah, os aseguro que no me he parado mucho a contaros anécdotas vividas, porque entonces podría estar una semana entera escribiendo y vosotros mis reyes queridos, acabaríais saturados con tanta lectura...
Un apunte más y ésto es para daros un poquito más de envidia....(jajajja) Una tarde nos fuimos a merendar a La Española... madre mía de mi vida... qué merengue más bueno me comí allí... Tenían un mostrador de pasteles, que llamaban la atención. Todo se veía exquisito. Por contra y esta es una triste noticia, nuestro querido Porte cerró sus puertas. Ya no existe como tal. Desconozco qué van a poner en su lugar, porque la zona en la que estaba ubicado es excelente... Seguramente una tetería o algo similar... Qué pena...Hablando con el dueño de la perfumería Eva, que está justo en la esquina de enfrente, me comentó que, desde que faltó Madame Porte, ya nada fue igual... Y qué razón tenía, porque el año pasado recuerdo que nos sentamos Ricardo y yo a tomarnos un té, a eso de las 6h de la tarde y ni en los escaparates, ni en los mostradores tenían ningún pastel, sólo helados y ya no era normal. Por lo tanto, no me extraña en absoluto que hayan terminado por cerrarlo...
Y para quienes les interese quería deciros que, cuando nos fuimos de Tánger, al llegar a la peninsula, nos dirigimos a Sevilla para ver a nuestra querida Sol (viuda de Uriel Valls z.l) y a mi preciosa niña Solita. Las dos, gracias a D's, están muy bien y Solita chica, para comérsela. La casualidad hizo que Sol (madre) hubiera reservado mesa el primer día en un restaurante bastante conocido de Sevilla... Y digo bien casualidad, porque sin saberlo ella, ni tener idea, resultó ser el restaurante de un tangerino, que por desgracia falleció hace poco más de un año. Se trataba de Aldo Ramacciotti y su restaurante es Trattoría San Marco. Precioso establecimiento, ubicado frente al Parque de MªLuisa y junto al hotel Meliá Sevilla... Comimos muy bien y no me extraña que sea tan afamado.
Que D's les de salud y vida larga a las dos para superar con resignación la pérdida de nuestro querido Uriel, que en paz descanse. Amén. Pasamos allí dos días con ellas y al tercer día, nos dirigimos a Granada. En este caso, para estar con nuestros queridos y simpáticos Timo Simón y MªAngeles. Qué bellas personas también, sin menospreciar a nadie. Ellos no pudieron venir la misma tarde que llegamos, pero sí lo hicieron al día siguiente muy temprano. Pasamos parte de la mañana con ellos y al mediodía almorzamos juntos. Yo personalmente le pedí a Timo que nos llevara a un lugar donde hicieran las famosas berenjenas fritas con miel de caña por encima de ellas. Las volvimos pues a comer y estaban de muerteeee!!!!... Qué ricas. Bueno, comimos muchas más cosas, pero no quisimos excedernos, puesto que más tarde debíamos coger la carretera hasta Alicante y ya sabéis lo que ocurre cuando se come en demasía... que te entra una modorra... y para conducir no es nada bueno. Llegamos pues a casa sanitos y buenos y ya haciendo planes para nuestro próximo viaje, con el favor de D's. Amén.
Ah! Traemos como unas dos mil fotos, más las que nos ha dejado nuestro querido Félix, y que Ricardo irá poniendo en nuestra web. De momento sólo ha colocado las personales, las de los encuentros en las que aparecemos todos. El resto, tendrá primero que clasificarlas por calles y eso lleva mucho tiempo, pero con calmita las irá poniendo todas.
Bueno mis queridos, éste ha sido el relato a grandes rasgos, de nuestro viaje a Tánger y a otras ciudades. Espero que no os hayáis cansado mucho y parafraseando la frase famosa de "el año que viene en Jerusalem", en este caso os digo: "el año que viene, todos en Tánger, incha'allah"
Muchos besos y abrazos para todos.

VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011

Raconte par Olga en espagnol

Buenas noches queridos amigos.
Tal cual os prometí ayer, hoy comienzan mis relatos sobre nuestro viaje a Tánger de este año 2011. Como siempre, os pido mucha paciencia para leer todo lo que escribo, que me consta es mucho. Por lo tanto, fuerza y al toro.
Voy a empezar esta crónica el día 10 de junio, fecha en la que salimos de nuestra casa de Alicante a las 8h de la mañana, tempranito eso sí, para poder llegar a tiempo a casa de mis primos Juan y Carmen en Marbella a la hora del almuerzo, tal como habíamos quedado con ellos, quienes nos esperaban con los brazos abiertos. Menudo recibimiento, menuda estancia, menuda casa, menuda terraza y por qué no decirlo, menuda comida nos ofrecieron. De lo más exquisito. Carmen, Juan, si no os lo dijimos entonces (creo que sí, pero no lo recuerdo, ya sabéis, el alemán que me tiene loca) gracias, muchas gracias por vuestra hospitalidad, por vuestra acogida y por todo el cariño que nos habéis brindado. Sin olvidarme de Lourdes, vuestra hija, que nos ofreció su preciosa habitación para que allí durmiéramos. Gracias de corazón por todo.

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(En casa de mis primos Juan y Carmen)

Al día siguiente, sin prisas, pero sin pausas y después de un buenísimo desayuno, salimos con los dos coches rumbo a Algeciras. Bueno, mis primos se fueron a Tarifa, pero nosotros salimos desde Algeciras.

Como el año pasado, tengo que expresaros que, aunque el viaje fue como un paseo por las nubes (esto me suena a película), o sea, el barco ni se movió, la llegada a ese puerto tan desangelado, te transmite una sensación de soledad muy grande. Sigo diciendo que, cuando llegas a Tánger por ese nuevo puerto, no es llegar a nuestra ciudad, es como si desembarcaras en un puerto totalmente desconocido para nosotros. No es el ambiente de Tánger… Si bien, he de reconocer que este año había un poco más de movimiento, más policías, más cabinas abiertas, pero esa atmósfera del puerto tangerino, ese bullicio de gente ofreciéndote de todo, desde un té, hasta un par de babuchas, eso no se vive allí.

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(Llegada al Puerto Tánger Med)

Lo curioso de este año es que, por primera vez, nos hicieron abrir el “capó” para ver qué llevábamos… Por lo demás, todo corrió como la seda y rápidamente emprendimos rumbo a nuestro Tánger, a la preciosa ciudad que nos vio nacer y criar entre su gente. Entre una cosa y otra llegamos al hotel Charf sobre las dos de la tarde. En seguida bajaron a recibirnos mi prima Carmen, Toni y José Luis Arévalo (estos dos últimos habían llegado la víspera, con sus respectivas parejas), que ya estaban un poquito nerviosos por lo que nos estábamos tardando y entre todos nos ayudaron a subir el equipaje. Ahí, en la calle, ya empezaron los primeros besos y abrazos, con una sensación increíble, cargada de entusiasmo. Una vez instalados en nuestra habitación y con unas ganas locas de ver al resto de amigos que allí nos esperaban, subimos rápidamente al restaurante y menuda sorpresa…

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(Nuestra llegada al restaurante del hotel)

Todos de pie, haciéndonos fotos, como si fuésemos artistas!!!!.... Qué felicidad, Dios mío, qué felicidad más grande… Justo en ese momento comprobamos que también ya habían llegado Carmen Francés y Encarna Chacón. Qué abrazos y qué alegría de volverte a encontrar con personas tan queridas como mis queridas Carmen García Portillo, Antonia López, Pili Merlicco y como os decía, con las nuevas en este viaje, Encarna Chacón y Carmen Francés. Estas dos últimas señoras ya las conocíamos también, pero no de jovencitos, ni de nuestros recientes viajes a la bella ciudad, sino de los encuentros y almuerzos que hemos tenido en “El Campello” (Alicante) en distintas ocasiones. Encantadoras las dos y cariñosísimas. Quiero aclarar que estos adjetivos no son halagos gratuitos, son los sentimientos que una percibe al momento y yo soy muy especial para eso, no me suelo equivocar, pero sé que el fondo de estas dos señoras es muy amplio y sentido… Como os decía, ahí continuaron los abrazos, los besos, las fotos, las emociones del nuevo encuentro en nuestro Tánger… A todo esto, el estómago en los pies… con la hora que era, el hambre y sobre todo, las ganas de empezar a degustar comida moruna, se acentuaron y de qué modo… Tras el almuerzo, que aunque no lo recuerdo sé que fue exquisito, yo me retiré para dormir una buena siesta… Jo… Aún no habíamos empezado a recorrer las calles de Tánger y yo ya estaba cansada… Parece mentira, pero hay que ver cómo agotan también las emociones y los encuentros…
Al despertar, una buena ducha y a acicalarse para nuestro primer paseo por la Medina, no sin antes abrazar a mi querida Muchi, que se acercó a nuestro Hotel para recibirnos con ese cariño y ese amor que siempre nos muestra. Además, ese abrazo fue más especial que otras veces, porque en él demostramos las dos el sentimiento mutuo de haber perdido un ser querido. Tú ya me entiendes, ¿verdad Muchi?...
Bien, siguiendo con el relato, nos fuimos al zoco chico, (como siempre se le ha denominado en Tánger) y bajando por los Siaghins, nos encontramos con nuestro amigo Omar, ya sabéis, el del Bazar, que se llevó una gran alegría al vernos. Por lo visto su bazar, su negocio, le está yendo de maravillas, puesto que acaba de abrir otros dos negocios, justo en frente del suyo, pero completamente distintos. Me refiero a la tienda de “cambio” de monedas, como todas las que han habido y siguen existiendo por los Siaghins y también y he aquí la sorpresa, un comercio dedicado totalmente al aceite de “Argan”, por cierto a muy buen precio. Y lo digo porque aquí, en España, esas cremas se cotizan muy al alza y no las hay en todas partes. Carmen Francés fue la que más me habló de ellas, yo había oído algo en algún reportaje en la TV, pero no mucho y al comprobar la gran cantidad que se llevaba, pero no para ella, ¿eh?, también para unas amigas que se las habían encargado, pues también me decidí y algunas me traje.

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(Esta foto es de unos días más tarde, como veréis ya estaba con nosotros el Gran Duque de Elche. Ahí veis la tienda de las cremas y la de cambios)

Llegando al zoco chico y con ganas ya de tomarnos nuestro primer té con hierbabuena, nos encontramos allí con una nueva amiga que se hospedaba en el hotel Flandria, pero que ya se había puesto en contacto con Encarna Chacón y Carmen Francés, me refiero a Conxi Torres, mujer alegre, simpática y dicharachera donde las haya. Con ella también nos hemos reído muchísimo y me ha encantado haberla conocido personalmente. Querida Conxi, espero que nos podamos ver muchas más veces, sea en Tánger, en Barcelona o en cualquier otra ciudad de España.
Continuando con el relato de esa tarde, como os decía, al llegar al zoco chico todos nos sentamos en el Tingis, a tomarnos nuestro primer té con “na’ana”… ¡¡Qué rico Dios mío!! Hacía una tarde tan buena y nos sentíamos tan a gusto allí sentados y charlando de todo que, sin apenas darnos cuenta, hasta se nos hizo de noche…

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(Tomando un té en el Tingis)

Así pues, cuando vimos la hora que se nos había hecho, empezamos a subir los “Siaghins” hacia arriba, unos se fueron a cenar pescadito creo que al “Nejma-2”, otros no sé dónde, pero Ricardo y yo nos dirigimos a Hamadi para cenar allí y de paso, encargar las mesas para el sábado siguiente, cuando ya todo el resto del grupo que fuimos este año, hubiese llegado. Lo cierto es que nadie nos quiso acompañar, porque ese primer día, todos o la mayoría preferían comer pescadito del bueno. Estando en Hamadi, nos encontramos con otros amigos tangerinos, me refiero a Mari Carmen Garrido, su marido y su hija, con quienes conversamos un ratito y fue muy agradable ese momento. Más tarde, después de pagar nuestra cuenta, hablamos con el dueño de Hamadi, para hacer la mencionada reserva. Y luego ya nos fuimos para el hotel a dormir y a descansar. El día siguiente prometía y mucho!!!...
Aquí quiero destacar una vez más el desayuno que nos ponen en el Charf que, dado el dinero que nos cobran, es mucho más que aceptable, vamos yo lo encuentro buenísimo, con sus “rgaifs”, sus “beghrir”, sus “harcha” (especificar que no todas estas cosas que os refiero eran todos los días, las iban alternando), sus panecillos de chocolate (¿verdad Carmen que están muy ricos?) y sobre todo, con ese zumo natural de naranja que sabe a gloria bendita... Pero claro, siempre habrá gustos para todos y no todos pueden estar conformes y todo siempre es respetable. Lo que sí os puedo asegurar es que nos pusimos las botas todos y de todo. Y así, con el estómago bien llenito, acordamos ir a dar una vuelta por la Medina. Antonia López, Carmen García y mi primo Juan se vinieron con nosotros en coche hasta el zoco de fuera (los tres andaban un poco cojitos), el resto del grupo se desplazó en taxi o andando y quedamos en el mirador de los cañones (Borj El-Hayoui.)
Fuimos bajando por la Calle Italia y desembocamos en “La Fuente Nueva”… ¡¡ Qué encanto tiene esa placita y cuánta vida hay en ella!!... Seguimos avanzando hasta el mirador donde nos esperaba el resto del grupo. Allí fue un momento de relax con risas, con bromas, todo alegría…

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(En la foto veréis que mi prima Carmen estaba a mi lado, pero cuando me ocurrió lo que os cuento ahora, yo no tenía a nadie y las tres amigas de mi izquierda, charlaban animadas como lo demuestra la foto)

Yo diría que hasta mi hermano Kike nos acompañaba y esto que os voy a contar es la pura realidad, nada de engaños ni paranoias mías. En un momento dado, mientras nos hacíamos fotos y mi primo Juan y Carmen García bromeaban con sus respectivas muletas, de repente noté que alguien me tocaba el hombro. Pensé que, una de las amigas que estaban sentadas a mi lado me quería decir algo, pero no fue así, ellas seguían enfrascadas en su conversación y nadie más había a mi lado. Miré para el cielo y dije en voz alta: “ Ya lo sé mi vida, tú también estás aquí acompañándonos en este momento… lo que tú darías por estar de nuevo en Tánger”… Me estaba dirigiendo a mi hermano Kike, que me consta, fue él quién me tocó. Os podrá parecer una locura, podréis decirme que estoy majareta, pero es cierto, así lo sentí y así os lo manifiesto….
Desde allí subimos hasta llegar al Hotel Continental, con su majestuoso porte. No sé qué me pasa, pero siempre que me acerco a ese hotel, me da la sensación de que estoy viendo una película de espías… Seguimos subiendo por “Dar el Barud” y volvimos a encontrarnos con otra batería de cañones al final de la calle, con esas vistas espléndidas del puerto y de la nueva carretera, que circunda toda la Medina y el Marshan. De ahí bajamos hasta la Calle Maimouni y empezamos a recorrerla en toda su extensión. El sol apretaba como nunca, hacía bastante calor y de repente nos encontramos con uno de esos comercios que abundan en nuestro Tánger, con cabinas telefónicas, ordenadores y también con un llamativo congelador en la puerta, repleto de polos y helados, que llamaba la atención. Ricardo y yo no tomamos ninguno, si bien en los anuncios ponía que los había sin azúcar, a la hora de la verdad no había ninguno de esos. Algunos del resto del grupo sí se los zampó, con la particularidad de que, una vez acabado el manjar, se percataron de que estaban caducados!!!... (rires)… No pasó nada, nadie se enfermó, ni a nadie le dio un retortijón de barriga más tarde. Seguimos subiendo hasta el final de la calle Maimouni y de ahí ya fuimos bajando buscando la salida de la Medina; justo a la altura de las escaleritas del cine Capitol, nos encontramos con un vendedor de calentita. Parecía que no habíamos comido en tres días, cuando ya os he contado el “peazo” desayuno que nos habíamos metido entre pecho y espalda… Estaba riquísima… Esa mañana, antes de salir del hotel y como es de costumbre, habíamos acordado ir a comer pinchitos a “R’milat” por lo que hubo que contratar un par de “Grands-Taxis” para que nos llevaran hasta allí, bueno, Ricardo y yo en nuestro coche. No había manera de pactar un precio con ellos, unos pedían una cantidad, otros más caros todavía... Al final se llegó a un acuerdo más que razonable, creo recordar que a 160 DH por taxi, dividido entre 5 personas… O sea, menos de 3 Euros por persona, para llevarnos hasta allí, dejarnos unas dos horas para comer a nuestras anchas y volver a buscarnos pasadas esas dos horas… Caro, ¿verdad?... Vaya por Dios…

El caso es que allí llegamos y la verdad es que, al ser domingo, había bastante gente. Tuvieron que acomodarnos en un montón de mesas, ya que éstas son relativamente pequeñas. Y empezaron las raciones de pinchitos y de Keftas que estaban para chuparse los dedos. Protestamos porque nos traían pan de “Baguette” y nosotros lo que deseábamos era pan moruno, como Dios manda !!... Así lo hicieron, las siguientes comandas venían acompañadas de ese exquisito pan, que nos sabía a gloria bendita. Eso sí, ahí nada de cerveza, ni de vino, sólo agüita y refrescos. De nuevo nos volvimos a hinchar a comer. No sabría deciros la cantidad de raciones que se fueron pidiendo, lo que sí sé es que el precio final era un regalo, irrisorio, insignificante… Después de esos pinchitos llegó la hora del té con hierbabuena, dulce como la miel, como se debe tomar y que estaba riquísimo. Pero surgió un problema… Unas simpáticas abejas vinieron a hacernos compañía mientras tomábamos ese té. Allí todos tapando nuestros vasos como podíamos. No recuerdo quién, creo que fue mi prima Carmen, tuvo la genial idea de sacar una rama de hierbabuena de su vaso, ponerla en un plato y para allá se fueron todas. El invento fue muy bueno, hasta que las listas de las abejas se dieron cuenta y volvieron a las andadas. Yo es que les tengo pánico, les decía como cuando era pequeña: “a la boda, a la boda, a la boda”… pero nada, no se iban ni a la boda, ni con la madre que las p….. Imaginaos hasta qué punto me puse nerviosa que, me levanté y me fui al coche!!!... Por lo menos ahí no me picarían… Vaya niñería…

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(Mirad qué graciosa la abejita encima del vaso, ya no se va a la rama de hierbabuena que hay en el plato de al lado, pero fijaos también en los vasos de té contiguos, todos tapaditos…)

A la hora acordada, volvieron a aparecer los taxis para llevar al grupo de vuelta al hotel. Quiero resaltar que ese día por la tarde o por la noche, llegaban nuestros queridos amigos Roger y Marcel con Jacqueline. Roger iba al Hotel Flandria, por ese motivo no lo vimos hasta el día siguiente, pero fue una gran alegría recibir a Marcel con su encantadora esposa. Qué alboroto formamos cada vez que nos encontramos… Ni que hubiera pasado un año!!!...(rires)

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(Marcel y Jacqueline en su primera noche en Tánger)

Fue tremendo ese encuentro también. Al mismo tiempo, otra amiga tangerina, que venía con su marido desde los EEUU, ya estaba en Tánger, hospedada en el Rif, o sea, a un paso del nuestro y ya había quedado con ella, para que viniera a cenar con nosotros, puesto que ése iba a ser nuestro primer punto de encuentro. Me estoy refiriendo a Miriam Pimienta y a su marido Avi Konnor. Yo no los conocía personalmente, pero sí que hacía muchos años que manteníamos una relación a través de Internet. Mi querida Miriam y Avi, fue un placer y una alegría muy grande compartir con vosotros este viaje y no sólo por haberos conocido personalmente, sino por la satisfacción de saber que Tánger no os defraudó (como yo ya te lo había dicho en muchas ocasiones, Miriam) y con ganas de volver otra vez con tus hijas, para que conozcan también la ciudad que te vio nacer y criar. Me encanta que te hayas llevado esa impresión. Para que veas cómo yo no mentía, te decía que se podía ir perfectamente por nuestras calles, sin miedo de ningún tipo y seguramente con más tranquilidad que por cualquier calle de Madrid, Barcelona, Nueva York o cualquier otro lugar del mundo. El peligro es cierto, lo podemos correr en cualquier momento, pero también en cualquier lugar… Por lo tanto, fuera esos miedos y a seguir visitando Tánger como la bella ciudad en la que nacimos. Que así sea.

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(Junto a Miriam y Avi en el Hotel Charf)

Esa noche cenamos Harira, con dátiles y chub’bakía y luego a gusto del consumidor, o tajine de carne con ciruelas o de pescado, en este caso era besugo… Muy rico todo. Más tarde, después de cenar acompañamos a Miriam y a Avi a su hotel (o sea, al Rif) y decidimos tomar algo en el “pub” del mismo, donde se suponía iba a aparecer una bailarina moruna para alegrarnos la vista con sus contoneos… Llegamos sobre las 12h de la noche y los “gorilas” o “armarios roperos” (por lo grandes que eran) que había en la puerta nos dijeron que la bailarina aparecería sobre la 1h de la madrugada. Accedimos a entrar y tomarnos esa copa. Eso sí, al principio con música digamos europea, pero rápidamente llegaron los músicos árabes para tocar en directo. La noche prometía porque la música era muy buena, pero la bailarina seguía sin aparecer… A la 1h30 se levantó Ricardo para preguntar si efectivamente iba a venir o no la bailarina, le dijeron que sí, que sobre las dos o las tres llegaría… Fue una tomadura de pelo, la bailarina nunca apareció. La verdad, es comprensible, creo que éramos los únicos clientes que estaban en ese pub, salvo algún que otro paisano en la barra, por lo tanto muy caro les iba a salir traer los músicos y también a la bailarina… Así pues, optamos por marcharnos a descansar, no sin antes “regañar” un poco a los porteros del local, por habernos hecho creer que íbamos a tener baile y todo… La verdad es que me quedé con ganitas y creo que, para otro año, tenemos que organizarnos y acercarnos hasta el Morroco Palace, pues tengo entendido que ahí aún sigue habiendo espectáculo de danza árabe y por qué no, una noche pues nos plantamos allí todos y a disfrutar del ambiente. Pero ya se verá.
Aquí voy a parar este primer capítulo, porque al día siguiente ya era lunes 13 de junio, fecha en la que llegaba el Gran Duque de Elche y habíamos quedado con él en ir a buscarlo al Aeropuerto, ya que su amigo Najib (taxista que nos acompañaba otros años) había dejado ya su empleo y no estaba disponible. Así pues, os voy a dejar descansar un poco, que ya debéis estar hartos de leer tanto…

Un abrazo para todos y en unos días prosigo con el relato.

Buenas tardes mis queridos amigos.
Siguiendo pues con el relato, empiezo a contaros qué ocurrió durante el transcurso del lunes, 13 de junio.
Ese día ya por la mañana y durante el desayuno, nos llevamos una gran alegría y más que alegría, una gran sorpresa, no era para menos. Al subir al restaurante, nos encontramos en la mesa una gran bandeja de “sfenjs” que habían traído mi primo Juan Guerrero, José Luis Arévalo y Toni. Los ojos se me salieron de las órbitas… con las ganitas que yo tenía de comer esos famosos churros, churros que por cierto, cada año que hemos ido a Tánger, nos hemos quedado con las ganas de catarlos, porque son imposibles de encontrar, salvo una vez que los encontramos en los alrededores de la Fuente Nueva, pero quedaban tres o cuatro y ya estaban fríos. Pero ellos tres, con su santa y buena voluntad, agarraron un taxi sobre las 7h30 de la mañana y se fueron hasta Benimakada, porque y por lo visto, era allí donde se podían encontrar fácilmente según el taxista. Imaginaos la impresión, la carita de todos los que iban subiendo para desayunar, cuando veían semejante fuente llena de “Sfenjs”… wo wo… estoy hablando de ellos y ya la boca se me hace agua… Además estaban de muerte y calentitos todavía. La cantidad que trajeron fue tremenda, una barbaridad, pero qué ricos Dios mío, qué ricos estaban…

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(Mi primo Juan con una de las bandejas de Sfenjs)

Como os contaba en mi anterior relato, ese día al mediodía, sobre la 13h, más o menos, llegaba el Gran Duque de Elche. Por lo tanto, no teníamos mucho tiempo para hacer planes durante la mañana. Pero sí que decidimos aprovechar ese par de horitas que teníamos antes de ir al aeropuerto, para acercarnos al centro de la ciudad y parte del grupo, en especial las señoras, nos dirigimos a la perfumería “Venus”, frente a “Porte” a comprarnos perfumes, Khôl, protector solar y todo lo que pudimos, porque os aseguro que los precios son mucho más baratos que en el propio barco. De hecho, cuando cruzamos el Estrecho estuve preguntando en la tienda “duty free” y tomé nota de los precios de los perfumes que me ofrecían, para compararlos más tarde con los de Tánger y así decidir comprar al mejor postor… Ya os digo, ni punto de comparación. El Khôl que allí venden, mucho más barato que el de Guerlain, que suele estar sobre los 28 euros, allí uno de Marruecos por menos de 5 Euros y ya os digo, nada que envidiarle al de Guerlain… Tere, a ti también te lo digo, tampoco nada que ver con el que tú le llevaste a tus hijas el año pasado, porque ese, aunque a veces lo uso, es cierto que pica un poco… Pero claro, todo hay que decirlo, ese otro sólo cuesta un euro…
Mientras tanto, Ricardo aprovechó ese rato para ir a hacer fotos y cumplir así con las peticiones y los deseos de algunos miembros de Siempre Tánger, que no han podido acompañarnos y desean saber cómo están sus antiguas calles y sus casas.
Ese lunes, 13 de junio, era el día de San Antonio de Padua, o sea, santo de nuestra Antonia López y de nuestro Toni, marido de Carmen Portillo… Perdona Toni, es una vergüenza por mi parte, pero he de reconocer que no conozco tus apellidos. Pero todo hay que decirlo, tú nunca escribes en nuestra web (aunque sé que lo lees todo…jejeje) y por eso los desconozco. En cambio los de tu mujer, sí que me los sé de memoria, ya no sólo porque ella sea un miembro activo de Siempre Tánger, sino porque su hermano Carlos, mi amigo de la infancia y de la adolescencia (que en Gloria esté) era compañero mío de clase y una de las personas más nobles que jamás haya conocido… Bueno, no nos empecemos a poner sentimentales, porque no está el horno para bollos… Lo digo por mí, que últimamente me salen las lágrimas con mucha facilidad… Bueno, como os decía, era el día de las Antonia y los Antonio, por lo tanto había que celebrarlo. Ya Antonia por la mañana me había comentado que quería encargar unas botellas de Champagne para la hora del almuerzo en el hotel. Por otro lado, el resto de amigos, habíamos acordado comprar un pastel para celebrar ese día. El problema estaba en que Antonia estaba con nosotros mientras comprábamos los perfumes y no había manera de despistarnos para comprar la tarta sin que se diera cuenta, porque la intención era darles una sorpresa. Como yo había quedado con Ricardo sobre las 12h, delante de la farmacia que hay justo frente al Lycée, mi prima Carmen me dijo que, en la calle Goya, un poco más abajo del cine y en la acera de enfrente, había una buena pastelería. Así pues, y como yo ya me iba, fui la encargada de comprar la tarta para llevarla al hotel. Mi gozo en un pozo… Cuando localicé la pastelería, en ese momento no tenían ni una sola tarta, pero el buen hombre me decía que, si venía a partir de las tres de la tarde, seguramente a esas horas ya habría alguna… Por supuesto que rechacé la idea y le envié un sms a mi prima explicándole la situación… No sé de qué modo lo hicieron, porque ahora ya no lo recuerdo, lo único que sé es que, ese día, a la hora del postre, se brindó con Champagne y se comieron dos hermosas tartas, a cada cual más buena y sabrosa.
Así pues y continuando con el relato, una vez abortado el encargo que se me había hecho, me encontré con Ricardo, tal cual habíamos quedado y emprendimos el camino hacia el Aeropuerto de Tánger.
No os lo querréis creer, pero hacía muchísimos años que yo no iba a ese aeropuerto. Vamos, podría yo tener 6 ó 7 años cuando fui por primera vez y creo que única también, simplemente para ver despegar o aterrizar aviones desde la terraza, como si fuera la atracción más llamativa de una feria… Con qué poquito nos conformábamos entonces…

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(Aeropuerto de Tánger)

El tiempo de espera en el aeropuerto se nos hizo eterno. Para rematar, el tablón de anuncios indicaba que había “demora”, lo que no nos decían era de cuánto se trataba… Finalmente el retraso no fue muy excesivo ya que únicamente fue de unos 30 minutos. Pero no por la espera en sí, sino por lo que significaba para nosotros la llegada de nuestro querido amigo Juan, el Gran Duque de Elche. Aquí no voy a hacer una descripción específica de mi querido amigo, porque todos ya lo conocéis y sabéis de sobra cómo vive siempre su experiencia cuando está en Tánger. Tampoco os voy a relatar sus cualidades de auténtico anfitrión y líder de todo el grupo… Todos esos méritos quedan relegados a un segundo o tercer término… Nuestra ilusión, nuestra mayor alegría era tener de nuevo a Juan con nosotros, en nuestro Tánger, en su ciudad, por quien bebe los vientos, “sanito y bueno”. Mi querido Juan, el reto era bien grande, pero tu fuerza, tu empeño, tu apuesta, tu increíble carisma ha podido con todo y allí te presentaste, en ese aeropuerto, con un resplandor en tu mirada, como si fuera la primera vez, como un niño que llega al colegio con cartera nueva y con ganas de enseñar la gran caja de “Caran D’Ache”, que le habían traído los Reyes Magos… Esa caja, mi rey querido, simboliza tu salud, que espero siga por siempre llena de muchos colores, tantos como el arco iris tiene… Que así sea.
Rápidamente emprendimos viaje de regreso a Tánger, por la carretera de Rabat, que dicho sea de paso, cada vez está mejor acondicionada. Hicimos todo ese camino con unas ganas locas de llegar a nuestro hotel, porque de sobra sabíamos con qué impaciencia nos estaban esperando todos.

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(Juan, feliz por estar ya en Tánger)

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(Y yo, más feliz todavía)

Como era de esperar, al llegar nos encontramos a todos los amigos que allí ya se hospedaban, con la particularidad de que nuestro querido Roger y mi querida Conxi Torres también se habían acercado a nuestro hotel para saludarnos y comer con nosotros. No os podéis ni imaginar la alegría tan grande que se nos veía a todos en la cara. La llegada de nuestro Juan era más que un símbolo de superación, era la fortaleza, el pulso ganado a la vida y la superación en todos los sentidos. Una vez todos abrazados, besados y “achuchados” (ya sabes Roger, lo que tantas veces nos habíamos prometido), nos dispusimos a comer. Madre mía de mi vida, qué menú nos habían preparado para ese día. El año pasado también nos lo habían ofrecido, pero ya cuando casi todos se habían marchado y por lo tanto muy pocos lo pudieron catar. Me estoy refiriendo a la “R’fissa”. Guiso preparado con pollo, aderezado con muchas especias, lentejas, huevos duros y con miles de tiritas de “r’gaif” que estaba para chuparse los dedos.

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(R’fissa)

Después, todos comimos trozos de las dos tartas que habían traído para los que celebraban su santo y brindamos con Champagne Francés…

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(Brindis por el día de San Antonio)

Imaginaos cómo se nos quedó la tripa, pues eso, hecha un bombo!!... Por supuesto, después de esa comilona y, aunque no se debe, la mayor parte nos fuimos a dormir una buena siesta.
Por la tarde y después de refrescarnos, nos dispusimos para ir a pie, o sea, nada de coche, ni de taxi, hasta la calle Velázquez, donde nos esperaba nuestro amigo Abnae Zyriab, de quien no os he hablado hasta ahora, pero que a continuación lo voy a hacer, para asistir a una actuación en directo de su música andalousi.
A Abnae lo conocimos Ricardo y yo a través de Facebook, lugar en el que él había puesto algún video de una de sus actuaciones con su grupo. Tanto a Ricardo como a mí, nos apasiona ese tipo de música. Y hablando yo con él, me dijo que si alguna vez íbamos a Tánger, que estaría encantado de recibirnos en el local donde ensaya con toda su orquesta. Se lo dije a Ricardo y los dos estuvimos de acuerdo en ir a verlo cuando fuésemos este año a Tánger. Se lo propusimos al grupo y la mayor parte estuvo encantada de acompañarnos. Bendita la hora en que accedimos porque fue un concierto maravilloso, con unas voces increíblemente bellas y unos músicos de lo mejor que yo haya visto en la vida. Entre otros reconocimos a un músico llamado Arbi Serghini que vimos en una ocasión con el grupo de Luis Delgado (música andalousi también) que canta como los ángeles. Bueno, decir “los ángeles” es demasiado dulce, porque el chorro de voz que tiene ese hombre, sólo es comparable a una cascada del Amazonas. Me encantó, disfruté muchísimo y me consta que el resto del grupo también. La sala estaba a tope, y no sólo con el grupo, sino con un montón de espectadores, la mayoría conocidos de ellos, que aplaudían a rabiar, tal cual hacíamos nosotros entre canción y canción. El repertorio fue precioso, a cada canción más bonita y cuando interpretaron “Bent bladi”, canción emblemática para el grupo de Siempre Tánger (¿verdad Roger?), porque simboliza lo que todos nosotros somos, hijos del pueblo de Tánger y con la particularidad de que, en medio de la canción, empiezan a cantar “la tarara”. Esta canción terminó por revolucionar a todo el personal. Ya os la pondré más adelante para los que nunca la habéis oído. Como os decía, el local estaba repleto, pero de repente vimos aparecer a una señora rubia, representativa de todo cuanto en música y a cultura se refiere de nuestro Tánger, con la cual ya habíamos quedado para encontrarnos allí. Me estoy refiriendo a Mounira Zouak. Un encanto de mujer, con un sentido del humor increíble, con una vitalidad más increíble todavía y una gracia insuperable. Vamos, que si me llego a encontrar con uno de Cádiz, no me hubiese reído más que con esta señora. Aunque ella no se acordara, porque era imposible, ya la habíamos visto unos años antes en Madrid, concretamente en el 2007, cuando otra web sobre Tánger, me refiero a Tánger Jabibi, organizó una comida en la capital de España, a la cual ella asistió. Pues bien, una vez acabado ese recital de música tan precioso, quisimos saludar personalmente a todos los componentes del grupo y quisimos también que ese encuentro quedara plasmado en una foto conmemorativa, como la que más abajo os expongo.

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(Foto con el grupo de Abnae Zyriab y miembros de Siempre Tánger)

Yo creo que, pasada una hora del tal evento, aún seguía yo con los vellos de punta. Os lo repito, fue maravilloso y ojala Dios nos de salud para volver a Tánger muchas más veces porque eso sí lo tengo claro, cada vez que vaya quiero volver a ese local para admirar y oír con entusiasmo esa bella música, que me traslada a lo más profundo de mi infancia y vivencias en nuestro Tánger. Amén.
Lástima que no pudiéramos asistir a otra audición similar el jueves siguiente con el grupo de “Confluences Musicales” de Mounira, ya que lo que tenían era ensayo a puerta cerrada, preparándose para el festival Tarab Tanger 2011.
Cuando salimos de ese local, por supuesto ya se había hecho de noche, por lo que tocaba ir a cenar. Al final decidimos que fuera en el Nejma2, para catar ese buen pescado que allí nos brindan. Así fue y Mounira vino también con nosotros. Lo que allí nos pudimos reír fue poco. Creo recordar que hasta dolor de barriga me dio con tanta risa. Sobre todo y eso Mounira, si lees este relato te acordarás muy bien de ello, cuando Ricardo sin querer, vació parte de una botella de agua, digamos que en el “regazo” de Mounira….

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(Cena con Mounira)

Los comentarios, las risas, en definitiva, el buen rato que pasamos esa noche me encantaría que la vivieseis conmigo, tal cual la disfruté yo…
Finalmente y para no entrar en los detalles sobre esa cena (el pescado estaba buenísimo) acompañamos a Mounira hasta su casa que vive muy cerquita de ese restaurante y de allí para el hotel, pensando ya en el día siguiente que prometía y mucho también. Esto que acabo de decir es una repetición, pero es que para nosotros, todos los días prometían, porque todos los vivimos con total plenitud, con todo sentimiento.
Esa noche también llegaban a nuestro hotel Anna Torrissi y su madre que se habían sumado a nuestro grupo, para pasar unos días en Tánger, ya que el padre de Anna, había vivido muchos años en nuestra ciudad.
Sólo me queda añadir que, cuando volvimos al hotel y antes de acostarnos, nos bajamos hasta la Avda de España (hoy Boulevard Mohamed VI) y nos acercamos hasta el balneario Sun Beach a tomarnos un helado, un refresco o un té. Esto lo hicimos casi cada noche en los días que estuvimos allí, porque había un ambiente muy tranquilo y hacía un fresquito muy bueno junto a la playa...
Besos y abrazos para todos y ya proseguiré.

Buenas tardes amigos.
Os voy a contar qué hicimos al día siguiente, es decir, el martes 14 de junio.
De nuevo por la mañana, otra alegría, porque se repitieron los “sfenjs” y así fue sucesivamente todos los días. Aquella mañana fue graciosísimo porque mi primo Juan puso un letrero delante de la fuente de los churros que decía 1 Euro… Lo curioso fue que más de uno de los del grupo dejaba su dinero antes de coger el sfenj…

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(Precio de los Sfenjs)

La víspera, antes de retirarnos, habíamos acordado ir al día siguiente a Assilah (Arcila para los tangerinos), por lo que se tuvo que encargar unos taxis para ese viaje, como ya es habitual en nuestras excursiones. Tal cual os dije ayer, este año no contábamos con Najib el taxista, pero mi primo Juan nos habló de que él también conocía a un taxista desde hacía ya unos años, muy correcto y que él mismo podía encargarse de llamar a otros taxis para que pudiesen ir todos juntos. Así fue con la particularidad de que, en vez de taxis, llegaron dos furgonetas, tipo minibuses.

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(Minibuses de este año, con Roger en la foto, escapando del calor)

Sin menospreciar al bueno de Najib, este otro señor es majísimo también y muy simpático. Así pues y una vez instalados todos en los minibuses y nosotros en nuestro coche, salimos hacia la carretera de la montaña, en dirección al Cabo Espartel. Pasamos por delante del Palacio del Rey y de otras “mansiones” a cual más bonita. Lástima que no podamos verlas más cerca, porque tienen que ser maravillosas por dentro. Al llegar al Cabo Espartel, hicimos nuestra primera parada. Había que ver en ese momento la carita de satisfacción y al mismo tiempo de nostalgia de algunos de los componentes del grupo, mirando la majestuosidad del Faro y seguramente recordando anécdotas vividas con sus padres allí mismo…

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(El Faro de Cabo Espartel)

De nuevo fotos y más fotos y alguna que otra compra en los tenderetes que allí se encuentran.

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(Tenderetes del Cabo Espartel)

Pasados unos quince minutos, decidimos seguir hasta las Grutas de Hércules, donde nos detuvimos como es la costumbre. Aquí tengo que hacer un alto en el camino, porque ya estoy un poco mosqueada… Hace ya 7 años, que Ricardo y yo vamos a Tánger y creo que todas o casi todas las veces, hacemos el mismo recorrido. Ya os lo comenté el año pasado, pero de nuevo nos hemos vuelto a encontrar a ese niño con el burrito y os prometo que ninguno de los dos ha crecido nada!!!... Siguen igual que siempre!!!... ¿Cómo es posible?... No lo entiendo…
Siguiendo con el relato, algunos amigos fueron a ver las grutas por dentro, el resto nos quedamos fuera mientras tanto, recordando nuestro pasado allí vivido, como nos ocurre a todos los tangerinos cuando nos encontramos los unos con los otros… Ya hassrá por esos tiempos… los mejores de mi vida…
Una vez finalizada la visita a las grutas, nos dispusimos para seguir con nuestro viaje y ya en dirección a Arcila. No me cansaré de decir lo mucho que me gusta este pueblecito, entrañable donde los haya, con una medina bellísima, con esas casitas pintadas de blanco y azul, y sobre todo, con esos “graffiti” realmente bellos, la mayor parte de ellos con un mensaje subliminal, simbolizando el pensamiento de su autor. Me encantan…

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(Graffiti de Arcila)

Antes de meternos en la Medina, hicimos la reserva de mesas en el restaurante “La Place”, donde ya estuvimos el año pasado y del que salimos todos muy contentos y satisfechos. Por lo tanto, este año no iba a ser menos y decidimos volver al mismo sitio.
Así pues y con los ánimos por las nubes, nos fuimos a dar ese paseo por la medina de Arcila. Para algunos era su primera vez y, al igual que la mayoría, a todos los encantó…

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Roger y Conxi visitando la medina de Arcila)

Finalizado ese paseo y a la hora acordada, todos volvimos al lugar indicado y nos dispusimos a comer. De nuevo destacar la exquisitez, la frescura de esos pescados, el trato y sobre todo, lo bien que nos lo pasamos.

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(Vista de nuestra mesa en el restaurante de Arcila)

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(Mi fritura particular de pescado del restaurante La Place en Arcila, sin marisco, ya sabéis, por mi alergia...)

Eso sí y todo hay que decirlo, echábamos de menos a muchos de nuestros amigos que no estaban con nosotros en esos momentos, porque todavía no habían llegado. Pero bueno, para otro año si Dios quiere, ya estarán.
Después de comer y como es habitual, nos fuimos al mismo “Kahouashi” (cafetín) de años anteriores, a rematar nuestro almuerzo con un sabrosísimo té con hierbabuena. Qué momento más bonito es ese, allí todos sentados, bajos las sombras de no sé qué plantas, pero que te transmiten un frescor increíble…

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(Tomando un té en Arcila)

Finalizado nuestro té, nos dirigimos todos de nuevo hacia Tánger donde nos esperaba una buena siesta, tras la cual, Ricardo y yo nos refrescamos y arreglamos un poco para esperar a un buen amigo tangerino que llegaba a nuestro hotel esa tarde. Me estoy refiriendo a Driss Serji, que vino expresamente desde Rabat, simplemente para conocernos en persona. Era la primera vez que nos veíamos y he de confesar que me encantó ese encuentro. Seguramente Driss no va a entender muy bien lo que quiero decir, porque él sólo habla francés, aunque el español lo entiende bastante bien, pero lo que yo quiero explicar aquí es la sorpresa tan grata que me llevé al conocer a una persona como él, con una mente tan abierta, con unos conocimientos sobre nuestra historia tangerina tan exactos y sobre todo, con una cordialidad indescriptible. Creo que te lo dije mi querido Driss, pero por si acaso, te lo vuelvo a repetir: fue un gran placer, tanto para Ricardo como para mí, conocerte en persona y descubrir en ti tanto talento. Esa misma noche también nos encontramos con Cristina Mondéjar y su amiga Maribel, que también llegaron a nuestro hotel. Cristina mi reina, la última vez que nos vimos fue en el 2004 precisamente en Tánger, en el último viaje que organizó Fernando Mancebo, que en gloria esté y en el que también nos acompañaba mi querido hermano Kike, que en paz descanse, junto a su mujer y sus hijos… Qué sentimientos más diferentes a aquel nos embargó a las dos al encontrarnos, ¿verdad? En fin, lo más bonito es que, nos hemos vuelto a encontrar y hemos disfrutado mucho de este encuentro y que así sea por muuuuchos años más. Amén!!!
Esa noche Driss cenó con nosotros en el hotel. Fue una cena muy amena y gustosa en la que nos ofrecieron unos “briouats” sabrosísimos y unos pinchitos de pez espada que estaba de muerte también.

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(Driss y Ricardo en plena cena)

Lo cierto es que, después de cenar, Juan, Pili, Driss, Ricardo y yo, nos fuimos de nuevo al balneario Sun Beach, a tomarnos otro té y seguir con una agradable tertulia que mantuvimos entre todos. Después, ya nos fuimos a descansar hasta el día siguiente y yo ya con mis nervios a flor de piel, porque se acercaba un momento muy especial en mi vida.
Besos y abrazos para todos.

Buenas tardes amigos.
Mi último relato lo terminaba diciendo que el día siguiente iba a ser un momento especial de mi vida.
La mayor parte de mis amigos lo sabían, pero para los que no lo sepan, este año yo llevaba conmigo parte de las cenizas de mi hermano Kike (q.e.p.d.) con la intención de esparcirlas por la playa de Tánger, tal cual era su deseo. El miércoles 15 de junio se cumplían justo dos meses desde que se “fue” y por ese motivo, elegí esa fecha para llevar a cabo esa misión. Un par de días antes, Ricardo y yo nos habíamos acercado para ver el lugar en el que depositarlas. Había que buscar un lugar apartado, que no llamara mucho la atención porque y por lo visto, está prohibido realizar ese tipo de prácticas en las playas. Está por demás explicar lo razonable de esa prohibición. Así pues, optamos por elegir uno de los espigones que existen en nuestra bahía. Ese día pues, como os iba diciendo, después de desayunar, un grupo de amigos quiso sumarse a nosotros para acompañarnos en tan significativo acto. Desde aquí, os vuelvo a reiterar mi agradecimiento, porque fue un momento muy duro, durísimo y gracias a vosotros y a vuestro cariño logré sobrellevar como pude esa situación. Gracias también a los que optaron por no ir con nosotros, os prometo que también me hicisteis un gran favor, porque veros a vosotros también en ese lugar y en ese momento tan doloroso habría sido aún más duro para mí. Creo que ese día todos lloramos… Bueno, lo importante es que, mi hermanito del alma, también está descansando en nuestra playa, en nuestra tierra y eso me llena de consuelo… si es que alguna vez logro alcanzar ese consuelo…
Ahora voy a cambiar radicalmente de tema, porque si continúo por ahí, no voy a ser capaz de seguir escribiendo.
Esa misma mañana habíamos quedado con nuestro amigo Driss Serji sobre las 11h30 más o menos, delante de la Mendoubia (zoco de fuera) porque aún siendo tangerino quería recorrer con nosotros rincones de la medina que él desconocía y que, en cambio Ricardo, sí que podía guiarlo hasta allí. Con nosotros también vino Juan, quien nos acompañó todo el tiempo. La verdad es que estuvimos muy a gusto recorriendo todas esas callejuelas y es que, así como hace unos años me imponían un poco, tal vez por lo desconocido, ahora es que disfruto muchísimo paseando por ellas. Juan, amigo, sé que te cansaste un poquito, porque fueron varios “metros” los que anduvimos, pero ¿a que tú también descubriste lugares que jamás habías visto y que te encantaron? Cierto es que valió la pena y hasta el propio Driss se extrañaba de lo bien que Ricardo se conocía todos los rincones de la medina. Ese día, nada más llegar a la plaza del zoco chico, ya casi como algo ineludible, nos sentamos a saborear un té, esta vez en el Café Central. Mientras estuvimos allí sentados “descansando” y cogiendo fuerzas para la caminata que aún nos esperaba, aparecieron parte de los componentes de nuestros amigos, que también andaban por ahí de compras.

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(Tomando fuerzas en el Café Central)

Finalizado el reposo, nos dispusimos para recorrer otras partes de la medina, hasta llegar a la casa en la que había vivido Driss, situada en la calle Bab El Assa.

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(Driss delante de su casa)

Seguimos subiendo hasta llegar al mirador de la kasbah…

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(Juan, Driss y una servidora en el mirador de la Kasbah)

Nuestro recorrido nos llevó finalmente a la esquina del Cine Capitol donde había un vendedor de “calentita” que, a esas horas, nos vino de perilla por el hambre que ya teníamos. Nos despedimos de Driss y nos fuimos en coche hasta nuestro hotel, donde habíamos quedado todos en comer ese día. Si me preguntan ahora qué comimos, no os lo podría decir. Sé que todo fue muy gustoso, pero lo mejor fue la alegría de encontrarnos en el restaurante a Tere y al “Fonta” su marido (Andrés) que habían llegado ese mismo día. De nuevo, besos y abrazos por la llegada de los amigos. Pero, mira que somos besucones, ¿eh?.... (rires)..

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Tere y el "fonta"(esta foto no es de ese primer día)

Más tarde, después de la siesta, decidimos ir de compras con parte del grupo. Esa fue la tarde en la que descubrí lo de las cremas de Argan y que, dicho sea de paso, son muy buenas, como así lo estoy comprobando día a día. Acabamos reventados, pero por estar de pie tanto rato. Creo que me canso más así parada, que recorriendo las calles, como lo hicimos por la mañana… y cómo no, terminamos tomándonos un nuevo té en el Café Tingis.

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(Parte del grupo en el Tingis)

Ese día, habíamos decidido entre todos que tocaba cenar algo “institucional” para todo tangerino que llega a su tierra. Esa noche teníamos que comernos el famoso y sabroso bocadillo de Brahim. Si he de ser sincera, esa noche apenas tenía hambre, como todas las noches anteriores, por todo lo que comíamos al mediodía. En principio, yo no pensaba pedir nada, sólo una Cocacola, pero mi primo Juan me ofreció su segunda mitad del bocadillo y no lo rechacé… Dios mío de mi vida, ¿por qué sabrán a gloria bendita esos bocadillos? Tal vez porque su sabor nos traslada a nuestra mejor época, a nuestros mejores años vividos en Tánger…. De verdad que están riquísimos y por muchos locales sobre ese estilo que monten a su alrededor, ninguno puede compararse a ese lugar tan emblemático para los tangerinos. También hay que resaltar la carita de satisfacción que se le pone al dueño actual, es decir, al hijo de Brahim (el de nuestra época), quien ha continuado con la tradición de su padre, cuando ve llegar por sus puertas a ese grupo de nostálgicos tangerinos... Mi sorpresa esa noche fue encontrarme de nuevo con Driss en ese mismo lugar, porque no lo esperaba, pero por lo visto Ricardo, en algún momento de la mañana, debió decirle cuáles eran nuestros planes. Pero su propósito era otro, al margen de despedirse de nosotros (al día siguiente volvía a Rabat) su intención era ofrecernos unos regalos preciosos, que me encantaron y que me dejaron, como diría un francés: “bouche bée” porque no me lo esperaba para nada. Gracias Driss por todo, eres un señor de la cabeza a los pies…
Finalizado nuestro bocata y una vez que nos despedimos de Driss, nos fuimos hasta nuestro hotel, donde habíamos quedado con parte del resto del grupo, para irnos como de costumbre al “Sun Beach” a tomarnos algo allí. Esa noche también nos acompañó a Brahim mi querida Myriam con su marido Avi y ellos también se vinieron con nosotros a tomar algo a ese balneario. La noche estaba espléndida y la tertulia fue muy agradable.

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(Mis primos Juan y Carmen en el Sun Beach esa noche)

Finalizado ese momento, nos fuimos todos a dormir, pensando en el día siguiente, que iba a ser también importante, porque nos íbamos a Xauén o Chefchauen.
Besos y abrazos para todos.

Buenas tardes amigos.
Hoy voy a contaros cómo vivimos el día siguiente, o sea, el jueves 16 de junio. Tal cual os decía en mi última entrega, la mayor parte del grupo había decidido ir a Xauen o Chefchauen, por lo que se solicitaron de nuevo los taxis o minibuses para llevar a todo el grupo. El encuentro de todos los excursionistas en la puerta del hotel fue muy alegre porque hasta allí y para saludarnos también se acercó mi querida “Juanita Narboni”, es decir, nuestra querida Pepa Santana, que se alojaba en el hotel Flandria. Pepa, a todos nos diste una gran alegría con tu presencia, pero la que más, tu comadre Cristina que irradiaba felicidad por todas partes. Cuánta animación había en ese momento, qué contentos estábamos todos por hacer esa excursión…

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(Parte del grupo dispuestos para la excursión a Xauen y Pepa Santana entre ellos)

Pues bien, una vez todos instalados en los minibuses, inclusive Roger, Conxi, Miriam y su marido Avi que también iban y en nuestro coche, mis primos Juan y Carmen y nosotros, emprendimos la marcha. Todo iba perfecto. Yo iba sentada en los asientos de atrás de nuestro coche, charlando tranquilamente con mi prima, cuando de repente y sin entender el motivo (más tarde lo comprendí) empecé a sentirme mal. Sólo llevábamos unos 15 Km. recorridos y le pedí a Ricardo que parara el coche, que me estaba encontrando muy mal y que no podía seguir… Paramos, me bajé del coche y nada, no se me pasaba. Tenía una crisis de ansiedad. Quien haya pasado por algo similar sabrá comprenderme y entenderme, parece que la vida se te va. No me dolía nada, no tenía mareos, ni nada por el estilo, sólo híper ventilaba y con unas ganas de llorar increíble. Me tomé uno de mis ansiolíticos, que siempre llevo conmigo y poquito a poco me fui serenando. No recuerdo bien cuánto tiempo estuvimos allí, en un descampado al lado de la carretera, pero creo que fue bastante. Finalmente, optamos por avisar por teléfono al resto del grupo que no se había percatado de nuestra parada y había seguido su camino y nosotros, para mi tranquilidad, nos dimos la vuelta hacia Tánger. Lo que había ocurrido el día anterior en la playa me había pasado factura… y de qué modo… Hoy en día aún tengo, de vez en cuando, algún amago de crisis, pero como todo está en la mente, logro controlarlo sin que avance más, pensando en cosas bonitas, como por ejemplo, nuestro viaje a Tánger, a mi tierra. Así pues, de Xauen yo no os puedo contar nada, sólo sé que cuando el grupo regresó, casi todas las señoras venían con un sombrero de “D’jiblia” (campesina) muy contentas, al igual que los caballeros, pero al mismo tiempo preocupados por mi estado anímico, pero en cuanto me vieron y comprobaron que todo estaba bien, aún se pusieron más contentos.
Lo que os puedo contar a continuación de ese día es lo que sigue. Cuando nos volvimos a Tánger, nos fuimos directos para el hotel, porque yo tenía unas ganas locas de acostarme y dormir mucho. Así fue, descansé y desconecté todo lo que pude. Más tarde, a la hora ya del almuerzo, bajamos hasta la habitación de mis primos que, dicho sea de paso, por mi culpa se quedaron sin su visita a Xauen (Carmen, Juan, ya os pedí perdón, pero recordándolo ahora de nuevo me entra mucha penita por haberos hecho pasar ese momento tan malo. Gracias por vuestra paciencia y por vuestro consuelo). Pues bien, una vez listos y preparados, decidimos que ese día era ideal para irnos a comer a la Casa de Italia y así lo hicimos. El lugar es un encanto, precioso todo, el servicio correctísimo y se come de maravilla también.

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(Mis primos en la Casa de Italia, felices a pesar de no haber ido a Xauen)

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(Ricardo y yo mucho más relajados)

Cuando aún no habíamos hecho todavía la comanda, vimos llegar un taxi. No sé por qué, tal vez por simple intuición, dijo Ricardo en voz alta: “en ese taxi llega Pepa Santana”. Y efectivamente, así fue y además, acompañada de Luis, su marido y de otros amigos de Siempre Tánger, me refiero a Juan José y su esposa Gloria. La verdad, fue un encuentro precioso también, aunque no nos conocíamos personalmente, yo ya conocía algo de Juan José por sus escritos y “celebres” frases y pensamientos, siempre muy buenos. Ya os digo, fue un momento muy alegre también y al mismo tiempo un poco extrañados de vernos ahí, cuando sabían o suponían que nos habíamos ido todos a Xauen… Bueno, les explicamos lo sucedido y lo comprendieron también perfectamente.

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(Gloria, Juan José y Luis en La Casa de Italia, Pepa hacía la foto)

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(La Casa de Italia)

Finalizada la comida, de nuevo todos al hotel a dormir la siesta. La verdad, yo pensé que, con todo lo que había dormido por la mañana, no iba a poder pegar ojo. Pues nada de eso, volví a dormir como un bebé. Ya os digo que el cansancio emocional afecta y mucho. Esa tarde no salimos a ningún sitio, nos quedamos en el hall del hotel, charlando con los dueños y esperando a que llegara el grupo de Xauen. Recuerdo que al final, nos salimos a las escaleras del hotel y allí, al fresquito de los atardeceres tangerinos, nos sentamos hasta que llegaron. Todos venían exultantes por haber pasado un día bonito, con muchas anécdotas que contar y algunos, con la satisfacción de haber conocido un pueblo precioso, como lo es Xauen, ¿verdad Cristina?...

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(El grupo en Xauen)

Qué bien se queda una cuando ve que todos o la mayoría están satisfechos y felices. Pero las sorpresas no habían acabado ahí para nosotros, porque esa noche y puesto que todos cenábamos en el hotel, se acercaron hasta el mismo mi querida Rosa Treceño, Ana y su marido Pepe, que habían llegado al mediodía, pero que se hospedaban en el hotel Chellah. Qué alegría más grande para todos de tenerlos con nosotros esa noche también y qué alegría porque al fin y después de muchas incertidumbres, habían cumplido con el deseo de estar también en Tánger unos días con el grupo.

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(Rosa, Ana y Pepe almorzando en el Nejma2 ese primer día)

Y aquí acabo mi relato de ese día que tampoco olvidaré y no por el mal rato que pasé por la mañana, sino por la alegría de haber visto a todos los amigos juntos en nuestra tierra, aunque todavía faltaban dos personas por llegar para estar el grupo completo de los que íbamos este año…
Mañana proseguiré.
Besos y abrazos para todos.

Que alegria de leer todo el viaje, gracias Olga

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:05

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:07

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:07

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:08

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:14

Buenas tardes mis queridos amigos, mi gente querida.
Continuando con mis relatos, ya hemos llegado al viernes, 17 de junio y este día en concreto fue muy especial también, yo diría que transcendental, porque llegaba un ser muy querido para mí y así mismo para muchos de nuestros amigos. Me estoy refiriendo a nuestra querida Pepi Quintana. Pepi mi reina, yo sé que a ti no te gusta que te digan estas cosas y más aún públicamente, pero si no lo hago aquí y ahora, parecería que todo lo que hablamos a diario, todas las cosas que te he dicho, todos los cariños que nos hemos ido dando durante todos estos años y especialmente en éste último, todo eso caería en saco roto. Por lo tanto, quiero dejar constancia, aquí y ahora, de la alegría tan grande que ha supuesto para mí que tú por fin y después de muchas penurias, llegaras a venir a nuestro Tánger, tal cual fue tu deseo desde el primer día que anunciamos las fechas del viaje. Y bien sabe Dios que yo no las tenía todas conmigo, en muchísimas ocasiones y dado tu precario (por qué no decirlo) estado de salud, en más de un momento me decía a mi misma: “mi reina Pepi no va a poder venir este año” y lo lamentaba desde lo más profundo del alma, porque de sobra sabía las ganas que tenías. Pero cuando te llamaba y después de mucho insistir me cogías el teléfono, y oía ese hilo de voz tuya, completamente rota, se me partía el alma. Pero gracias a Dios y a la divina providencia, lo has conseguido mi reina, has vuelto a nuestro Tánger y has disfrutado esos poquitos días que has estado con nosotros al máximo. Que Dios te bendiga y pase su mano sobre ti, para que te alivie de todos tus males y puedas volver a Tánger con nosotros, con tu marido o quien sea, pero que puedas volver muchos años más. Amén.
Esto que os acabo de escribir, al igual que el resto de los relatos, me ha salido del corazón, pero con mi Pepi es algo más fuerte todavía. Algunos habéis leído en “Siempre Tánger” las palabras que mi hermanita me ha dedicado y que me han llegado al alma por todo lo que ellas conllevan, Cristi mi reina, tú ya sabes lo que te quiero, eres mi vida… pero también sabes cuánto quiero a esta otra hermana postiza que me ha llegado a través de Internet, y sobre todo, a través de tantos años de convivencia “telefónica” y virtual… Bueno y no voy a seguir para que no se me siga enfadando mi Pepi, porque la conozco y sé hasta lo que estará pensando ahora mismo: “me cachis… ya se podía callar un poco la moruna…” Pero como todo lo que yo escribo es lo que me sale de la peineta, pues tal cual, quiero que quede aquí reflejado y chin pum, como diría Tere.
Jo… Ya no sé por dónde iba… Ah sí! Ahora recuerdo que os hablaba del viernes, 17 de junio, fecha en la que llegaba mi querida Pepi, acompañada de su querida amiga Antonia Rodrigo, ahora también amiga de todos nosotros. Antonia, mi reina, de ti no había hablado hasta ahora, porque no había habido ocasión, pero quiero dejar constancia también del efecto tan bueno que me causaste cuando te vi por primera vez esa mañana en el puerto de Tánger… Y es que todo tengo que contarlo… Efectivamente, esa mañana llegaba Pepi y Antonia y nosotros, sin que ellas lo supieran, habíamos decidido ir al puerto para buscarlas. Por lo tanto esa mañana, después de un buen “ftour” (desayuno con Sfenjs incluidos) y sabiendo más o menos a qué hora llegaba el barco de Pepi y Antonia, nos fuimos al puerto con antelación, para ver llegar ese barco y darles una alegría. Cómo no, nuestro querido Juan también quiso acompañarnos por el gran cariño que también le tiene a Pepi. Y así fue, nos fuimos al puerto con gran entusiasmo y a esperar el tiempo que hiciera falta.

(Juan y una servidora esperando el barco en el puerto)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:16

[size=16]Y de repente, vimos llegar un barco que venía de Tarifa (tal cual me había dicho Pepi que harían) y dedujimos que ese debía ser su barco… A lo lejos y de improviso, vi aparecer a mi querida Pepi… Ricardo y Juan no la veían, pero yo la conocí al momento, sea por sus andares, por su modo de agarrarse a su bolso de mano, sabía que era ella. Y así fue. La vimos llegar por el centro de esa sala de espera y de llegada de viajeros. Aquí y ahora no os puedo detallar la mirada, el semblante de Pepi cuando nos vio, pero sí os puedo garantizar que rodaron lágrimas, muchas lágrimas, porque de nuevo una ilusión, un deseo, un anhelo se había cumplido y yo, sin decirlo en voz alta, le di gracias a Dios por haber realizado ese deseo de mi Pepi y mío también… Ufff…

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(Llegada de Pepi y Antonia y expresión de Pepi al vernos allí)

Ya estoy llorando de nuevo, pero sólo de alegría, ¿eh?... Después de abrazar mucho rato a mi Pepi, me di cuenta de que mi querida Antonia estaba a su lado, la abracé igualmente y ya, desde ese primer contacto físico, descubrí a un gran ser, lleno de mucha bondad, con una mirada limpia y un corazón blanco, como a mí me gusta. Ha sido un placer muy grande para mí, mi querida Antonia, conocerte y espero que este contacto que hemos entablado en Tánger, en nuestra ciudad, no se apague nunca, sino todo lo contrario, se siga fortaleciendo con el paso de los años. Que así sea.

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(Os presento a nuestra querida Antonia, para quienes no la conozcan personalmente)

Después de ese maravilloso encuentro, nos fuimos directos al hotel, donde sabíamos que TODO el grupo nos esperaba para recibir a Pepi y a Antonia.

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(Roger junto a Pepi, Antonia, Jacqueline y Antonia López, recibiendo a Pepi a a su llegada al hotel)

De qué serviría ahora que yo os contara de qué modo se abrazaron todos a Pepi. No podría expresar con palabras ese momento. Todos entendían y se alegraban de corazón por ver a nuestra Pepi, a la secretaria de todos, a la “memoria” de todos los tangerinos, a esa enciclopedia abierta del recuerdo. Así pues y una vez todos abrazados, nos dirigimos al restaurante del hotel que, ese día siendo viernes, como menú nos ofrecieron un delicioso couscous, con todos sus ingredientes y que todos comimos con entusiasmo y satisfacción.

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(Plato con algunos de los ingredientes del couscous que nos sirven en el Hotel)

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Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:17

Ya lo sé, reconozco que no a todo el mundo le gustó, pero qué le vamos a hacer, el libro de los gustos está en blanco. Pero a mí me encantó y me consta que, todos los que estaban a mi alrededor se pusieron como el “kiko” comiendo y degustando ese sabroso couscous, al cual no le faltaba ningún ingrediente. Todo riquísimo y gustosísimo!!!.... Después de comer y como algo ya habitual en mí, nos fuimos a dormir la siesta. Aquí debo aclarar algo. Yo sí que me iba a dormir, pero Ricardo, como único responsable de nuestra web, jamás echó ni una cabezada siquiera, todos los días, después de comer, mientras yo dormía, él se conectaba desde nuestra habitación y a través de su portátil, con nuestra web, para ver su correo diario y, como de costumbre, para arreglar cualquier tipo de desperfecto que, algún miembro sin querer, había cometido.
Después de la siesta y tras refrescarnos y arreglarnos, nos fuimos todos o la mayoría a dar una vuelta por la medina. Algunos se paraban por el camino para seguir haciendo compras, el resto disfrutando de ese paseo admirando todo lo que transcurría a nuestro alrededor. De repente, alguien nos avisó de que había visto por la plaza del Zoco Chico a “Nourouan” (no sé cómo se escribe y si es correcta la pronunciación). Me estoy refiriendo al niño con quien entablamos una gran amistad el año pasado, cuando estuvimos en Tánger, con quien pasamos momentos muy agradables y de quien todos dijimos que era el “supuesto hijo” de Toni, por el parecido increíble que tenían los dos…. Pues bien, el año pasado y después de muchas charlas con este niño, nos confesó que, lo que más ansiaba era tener un traje de “judoka” para algún día practicar ese deporte. Mis queridos Carmen y Toni, como buena gente que son y me consta, decidieron cumplir el capricho de este niño y le compraron un traje de “judoka” para darle una gran alegría. Reconozco que los pobres míos, desde el primer día que llegaron a Tánger, cada vez que bajaban a la medina, llevaban consigo el traje en una bolsa, pero nunca coincidían con él, hasta ese día, hasta el viernes, 17 de junio, cuando bajamos todos a la medina. Esa tarde nos sentamos en el Café Central para tomar algo y esperar a que apareciera Nourouan…

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(Esperando en el Café Central a Nourouan)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:17

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(La espera se hacía interminable, pero en buena compañía...)

No pasaron muchos minutos cuando lo vimos aparecer, con esa sonrisa tan preciosa que tiene, con esa alegría por encontrarse de nuevo con todos nosotros.

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(Encuentro de Carmen y Toni con Nourouan)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:18

Pero ¿cómo relataros ahora ese momento, ese instante en el que Carmen y Toni le dieron la bolsa con el traje de judoka? Había que ver la cara de ese niño, la alegría reflejada en su rostro….

(Carita de satisfacción del niño)

¡Dios mío! Qué alegría más grande nos invadió a todos en ese momento. Incluso hasta se probó la chaqueta para ver cómo le quedaba… De verdad, os aseguro que fue un momento inolvidable.
Lo más sorprendente para todos fue, cuando dejamos esa cafetería y empezamos a subir la Calle de los Siaghins y Nourouan delante nuestra, con su bolsa en la mano y parándose en todos y cada unos de los comercios que existen por esa calle, enseñando con orgullo lo que, unos “españoles” le habían traído. Todos esos comerciantes conocen a Nourouan de siempre, de verlo vender paquetitos de kleenex o cualquier otro producto por la calle, pero había que ver con qué cariño lo trataban también a él, con qué simpatía se dirigían al niño. Eso me daba a entender que no solamente a nosotros nos había enamorado el año anterior, es algo que ese niño lleva innato en él, es algo que nace con su forma de ser… Nos regala una sonrisa y nos abre el corazón. Ojalá no tenga nunca más que vender nada en la calle para sobrevivir, ojalá siga estudiando y llegue algún día a ser una persona preparada para ayudar a seguir levantando su país y todos nos sintamos orgullosos de él, como si de nuestro propio hijo se tratara. Que así sea.
Como os iba diciendo, después de subir la cuesta de los “Siaghins”, nos fuimos todos hacia el hotel, pues esa noche habíamos decidido cenar también en el mismo, porque esa noche y con la llegada de Pepi y Antonia, era especial. Era la noche en la que todo el grupo de Siempre Tánger, había decidido entregar a los dueños del hotel, un recuerdo de nuestra parte, para que quedara constancia de lo bien que nos sentimos todos en esa casa, por la amabilidad, el comportamiento y por qué no decirlo, el trato con el que nos atienden cada año. La idea partió de nuestro querido Juan y ya, unos meses antes, se había puesto en contacto con Mari Molina, una tangerina que pinta divino, para que nos hiciera un cuadro dedicado a Tánger. Fue una sorpresa muy grande para Ricardo y para mí cuando descubrimos el contenido de ese cuadro, porque y en primer lugar, ahí fue donde nos “casamos” Ricardo y yo y en segundo lugar, porque esa imagen ha sido y sigue siendo el logotipo de nuestra web, de Siempre Tánger. Me estoy refiriendo a la torre que destaca en mayúscula en nuestra playa, aquella que nos avisaba de cómo estaba la mar ese día, colocando bandera blanca, verde, roja o negra… En la que, en sus bajos, se encontraba los “primeros auxilios” para los bañistas y también las duchas gratis. También, lugar en el que nos acomodábamos cuando íbamos a la playa de pequeños con mi madre, para que cuando llegara mi padre a buscarnos le sirviera de referencia. Pues bien, esa noche en el hotel, habíamos acordado con los dueños que queríamos que nos prepararan algo especial para el grupo, algo que se saliera de lo cotidiano y les comunicamos que queríamos que ellos también estuviesen presentes en esa velada. Así fue, esa noche fue totalmente distinta hasta ahora, nos prepararon un bufé con infinidad de ensaladas y aperitivos a cual más bueno y exquisito.

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:19

(Mesa con parte el bufé)

(Más aperitivos del bufé)

La noche venía cargada de sorpresas, entre otras, el encuentro con una vieja amiga de mi adolescencia, me estoy refiriendo a Miriam Kachtihi del Moral, una belleza de mujer que, en nuestra época, por donde pasaba llamaba la atención de lo espectacular que era. Mi alegría cuando me encontré con ella fue indescriptible. Ni me imaginaba que iba a encontrarme este año con ella y después de más de 35 años!!!... Cristina Mondéjar, gracias, mil gracias porque gracias a ti y por tu presencia este año con nosotros, he podido cumplir un sueño que muchas veces he tenido, encontrarme con esta amiga en común que tenemos las dos y que gracias a ti y después de tantos años, he visto cumplido mi deseo.

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(De izquierda a derecha: Muchi, Miriam, Olga, Maribel y Cristina)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:20

La verdad es que fue un momento épico, una situación que las dos vivimos como si esa cantidad de años no hubiesen pasado…Todo transcurría precioso, con una alegría por parte de todos los que allí estábamos inenarrable. Esa noche nos reunimos en el hotel para cenar todo el grupo al completo, incluídos todos los que estaban en el Hotel Flandria y los del Chellah también. Por primera vez estábamos todos juntos...
Después de cenar, llegó el momento de la entrega del regalo a los dueños del hotel. Y ¿quién mejor para hacer esa entrega que nuestra querida Pepi Quintana? Muchos se preguntarán que ¿por qué ella y no otros? La respuesta es muy clara, pues porque Pepi simboliza muchas cosas en nuestra web y además, ella merecía un homenaje por nuestra parte, por la alegría, por la satisfacción de que hubiese podido finalmente venir a nuestro viaje anual. Por lo tanto, ¿quién mejor que ella para hacer esa entrega? Fue un momento muy simpático y dicharachero… Las palabras, las oratorias, los discursos, todos nos salían como “el rosario de la aurora”, es decir, todos teníamos un propósito, pero a la hora de la verdad, no sabíamos ni qué decir en ese momento. El caso es que los dueños lo aceptaron con mil amores y quedaron muy contentos con nuestra entrega.

(Entrega del cuadro de manos de Pepi a los dueños del hotel)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:37

Imaginaos hasta qué punto que, al cabo de un par de días y delante nuestra, hicieron la “plantá” (esto que acabo de decir lo conocerán muy bien los que viven en la Comunidad Valenciana) me estoy refiriendo que, al día siguiente, vimos cómo lo colgaban en un lugar destacable de la recepción del hotel.

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(Nuestro regalo bien visible en la recepción)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:37

Como os decía antes, esa noche estuvo cargada de emociones en todos los sentidos. Pero hubo un momento en el que todos nos llevamos un gran susto. Me estoy refiriendo al momento en el que nuestra Pepi, después de tantas emociones y no sólo ésta que os estoy narrando, sino ya desde la víspera en la que ni siquiera había dormido, se nos vino abajo. De repente empezó a encontrarse mal y nadie sabía qué le ocurría. Lo único que se le veía en su carita era una palidez extrema y con unas ojeras muy marcadas. Todos decidimos que lo mejor era llevarla a su habitación, con el propósito de que se echara en la cama, a ver si así se le pasaba… Finalmente entre Toni y ahora no recuerdo quién más, la bajamos a la habitación. Estuvo unos momentos “grogui” todavía, pero rápidamente el color volvió a sus mejillas y ya empezó a hablarnos con naturalidad. Le tomamos la tensión y la tenía muy baja, por lo que dedujimos que, lo que le había ocurrido, era una bajada de tensión. Menudo susto nos diste mi reina, a todos se nos cortó la respiración. Menos mal que tú tienes un “kouah” (fuerza, fortaleza, energía, vitalidad) como nadie lo tiene en este mundo y a los pocos minutos te encontraste perfectamente, rodeada del cariño de todos los que te queremos a tu alrededor, comos así nos lo demostraste durante los días siguientes, mientras estuviste con nosotros en Tánger, en nuestra tierra… Bendita seas mi reina por siempre.
Muchos besos y abrazos para todos.

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Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:38

Buenas tardes amigos.
Ya va quedando poco por contar, puesto que los días que nos faltan para rematar nuestro viaje a Tánger, cada vez son menos.
El sábado 18 de junio, por la mañana y en el desayuno, sorprendimos a Pepi y a Antonia con los maravillosos “Sfenjs” que traían a diario mi primo Juan, Toni, José Luis y alguna vez que otra nuestro querido Marcel, que quiso acompañarlos también.

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(Aquí están los tres mosqueteros comprando Sfenjs y quien hace la foto debe ser Marcel)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:39

La verdad es que ambas estaban encantadas comiéndolos y les supieron como al resto de amigos, como gloria bendita… Más tarde, algunas amigas y yo, nos fuimos de nuevo a la perfumería Venus a recoger unos encargos que le habíamos hecho al dueño del establecimiento, pero que en mi caso, no los había conseguido, porque quien se encargaba de traérselos estaba enfermo y no había podido hacerlo. Quedé un poco desilusionada, pero bueno me dije que “otra vez será”…
Más tarde, los demás se marcharon a dar una vuelta por el centro y Ricardo y yo nos acercamos a los aledaños de la Calle Venezuela, Calle Holanda y, lo que llamábamos en Tánger, la Plaza Nueva, situada en la Calle Fez para hacer fotos de todos esos lugares. Volví a subir a curiosear en ese mercado que me encanta. Hay que ver qué bonito lo tienen todo, las verduras tan bien colocadas, las carnicerías, incluso esos puestos de flores frescas, con unos ramos preciosamente preparados…

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(Puesto de frutas y verduras, mercado de la Calle Féz)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:39

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(Escaleras de acceso al mercado de la plaza nueva)

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(Puesto de flores en el citado mercado)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:40

Ay Dios mío… quién me diera volver a esos maravillosos años y vivir de nuevo allí, en mi Tánger, pero eso sí, que nadie de los míos me faltara… Ufff… Ya me pongo tonta y no puedo, ni debo permitírmelo…
Sigamos pues con el relato. Finalizada la sesión de fotos por todas esas calles, nos fuimos hacia el zoco grande, donde habíamos quedado con parte del grupo, para comprar especias en la Calle del Trigo. Como de costumbre, yo me traje de todo. Muchas veces me preguntan que por qué cada año vuelvo a cargarme de especias y yo les digo que para “renovar” las que tengo del año pasado. Siendo sincera, las que ya tengo en casa están buenísimas y en perfecto estado, pero si no me traigo especias y el coche no me huele a ellas, me da la sensación de que no vengo de Tánger… Me encanta ese olor durante el viaje de regreso a casa… Al igual que las aceitunas… Cada año me traigo de todas las clases y cuando llego aquí, las pongo en la nevera con un buen chorreón de aceite de oliva de “Ouazzane”, que también compro y que guardo como oro en paño. Finalizada todas las compras, regresamos al hotel puesto que habíamos acordado comer al mediodía allí, ya que por la noche íbamos a cenar en Hamadi, donde ya teníamos la reserva hecha y que también es un lugar emblemático para todos los tangerinos, bueno… para quien le guste, que no a todo el mundo le agrada ir allí…
Ese día, al mediodía y al igual que muchos otros, nos acompañó en la comida mi querido Roger, que ya sabéis, se hospedaba en el Hotel Flandria. Creo recordar que nos habían preparado un tajine de pollo, que estaba para chuparse los dedos, riquísimo, como todo lo que allí nos ponen.

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(Sirviéndonos el Tajine de pollo)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:40

Recuerdo que nuestra Pepi prefirió comer pez espada y también Tere, que andaba con la barriga un poquito revuelta…

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(Tere con su pez espada a la plancha)

Por ese motivo, esa noche algunos de los compañeros no nos acompañaron a cenar porque y por lo que creo recordar, todos estaban con el estómago regular e ir a Hammadi en esa situación es más que absurdo, puesto que todo, o casi todo, se prepara con especias… Otros en cambio, prefirieron cenar en otro lugar. Y es lo que siempre decimos cuando estamos en Tánger, cada uno hace o va donde quiere, aquí no hay compromiso de ningún tipo, ni obligaciones creadas, faltaría más.
Esa noche nos acompañaron dos nuevos amigos marroquíes, con quienes se había entablado amistad a través de Facebook. Me estoy refiriendo a Karim Addoul, que creo recordar es profesor de instituto, al igual que nuestro querido Driss Serji y también nos acompañó Said Adghal, que es un gran poeta.

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(Sidi Karim Addoul junto a Conxi Torres

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:41

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(Sidi Said Adghal junto a Conxi Torres)

La verdad, yo no tuve ocasión de hablar mucho con ellos dos, porque no estaba sentada en su misma mesa, pero el resto de amigos sí que lo hicieron durante la cena y más tarde en la Avda de España (ahora Boulevard Mohamed VI) en el balneario donde solíamos rematar lo vivido ese día. En Hammadi, esa noche también fue un “poco” especial, reconozco que las canciones que nos iban tocando los músicos nos entusiasmó tanto que hasta me lancé a bailar… (Roger, esa "tarara" que tanto te gusta...)

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(Servidora en plena actuación)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:42

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(Los demás, batiendo palmas y muertos de la risa)

Dios mío, qué vergüenza cada vez que lo pienso. Recuerdo que de niña y más tarde de jovencita me gustaba mucho bailar danza árabe, pero hoy en día y con todos esos kilos de más que tengo encima, es una auténtica barbaridad atreverme a hacerlo. Pero bueno, el caso es que el grupo se lo pasó bien en ese momento y espero que ya todos lo hayan olvidado…(rires)…

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(Parte del grupo en plena cena)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:43

Como os decía antes, una vez finalizada la cena nos fuimos al balneario a tomarnos el “penúltimo” té y cuando ya llevábamos un ratito allí sentados y recuerdo que mientras charlaba con mi querida Encarna Chacón, de repente y sin más, empecé a sentir un poco de ansiedad, por lo que optamos, Ricardo y yo, por marcharnos para el hotel. Una vez que llegamos a la habitación, ya todo había pasado… Como ya os dije en su momento, esa factura me está resultando un poquito cara de pagar, pero ya gracias a Dios, hoy en día me encuentro bastante mejor y todo en esta vida se va superando…

(Esa noche, en plena tertulia en el balneario)

Bien amigos, ya sólo me quedan tres días por contaros, los cuales supongo que los escribiré todos juntos, puesto que, al día siguiente ya empezaron las despedidas y cada vez éramos menos…
Un abrazo muy grande para todos.

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:45

Buenas noches amigos,
ahora sí que ya va a ser mi último, bueno, penúltimo relato (ya sabéis que la palabra “última” no me gusta nada), puesto que sólo quedan tres días de estancia en nuestro Tánger... qué penita...
Llegó el domingo, 19 de junio y esa mañana, durante el desayuno, ya me llevé el primer disgusto al tener que despedirme de mi querida Cristina Mondéjar y de su amiga Maribel. Cristina mi cielo, que alegría más grande ha sido para mí verte a ti y a Maribel después de tantos años (a Maribel muchos más) de nuevo en nuestro Tánger. Ojala nos volvamos a ver muy pronto, sea donde sea, pero eso sí, sin dejar que pase tanto tiempo, ¿vale?...
Sigamos pues con la narración, porque todavía no ha llegado el momento de marcharnos y ya estoy empezando a sentir nostalgia...
Esa mañana, después del desayuno acordamos ir de compras por la medina; en este caso, volvimos al bazar de Omar porque muchos amigos querían comprar recuerdos para ellos y para sus seres queridos. Parece mentira, pero hay que ver lo que son las cosas. Cuando vivíamos en Tánger, apenas prestábamos atención a esos bazares y mucho menos a todo lo que allí se vende. Imagino que, como a todos los tangerinos que allí viven, ellos tampoco entrarán en esos comercios. Sin embargo nosotros, los tangerinos que vivimos fuera de nuestra tierra, al cabo de tantos años y de echar tanto de menos nuestra ciudad, cuando volvemos allí nos lo queremos llevar todo, precisamente para conservar con nosotros todos esos recuerdos día a día.
Más tarde, cuando llegamos al citado bazar, se me siguió encogiendo un poco más el corazón, porque continuaron las despedidas. Hasta allí se acercó mi querida Rosa Treceño para decirnos adiós (palabra que tampoco me gusta nada, prefiero un “hasta luego”). Rosa mi reina, este año ha sido mucho mejor que el pasado, te hemos podido saborear un poquito más, no todo lo que hubiésemos deseado, por la escasez de días que estuviste, pero bueno, lo importante es que conseguiste tu objetivo “Bravo a’alik” , eso te diría un paisano nuestro.
Después de las compras, como era ya habitual, nos fuimos una vez más al Tingis a tomarnos un té. Qué ratitos más buenos hemos pasado allí sentados, viendo pasar a toda esa cantidad de personas, enfrascadas en sus quehaceres diarios. La sensación que me da es la misma de otros años cuando hemos estado en Tánger y ya lo sabéis por anteriores relatos, es decir, me da la impresión de no haberme marchado nunca de nuestro Tánger. Veo las mismas caras, los mismos personajes, en definitiva, a mi gente querida tanjaouia...
Después de tomarnos ese té en la plaza del zoco chico, nos fuimos al hotel para comer allí. Aquel día la sorpresa fue cuando nuestra querida Pepi, que está en todo, se nos presentó con unas morcillas de Málaga, que estaban buenísimas. Creo que nadie se quedó sin probarlas. Además, regadas con vino Cómpeta de Málaga también, que las acompañaba de lo mejor y para rematar, unas aceitunas “partías” malagueñas, que quitaban el “sentío”..Gracias Pepi por venir con esos regalos para todos nosotros y además, con lo que pesaba todo eso...

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:47

Ese mismo día vino a comer con nosotros otra amiga de Facebook, que es una chica preciosa y encantadora, me estoy refiriendo a Ikram Haouari.

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(Ikram y Carmen Francés)

Yo, personalmente no hablé con ella, porque estaba en la otra punta de la mesa, pero sé que nuestro Juan hizo su papel de “Don Juan” y se la ganó…. (es broma Juanito, esto es sólo para dar un toque de humor) Desde luego ese día estuvo lleno de sorpresas, porque nuestra querida Jacqueline nos ofreció una preciosa canción dedicada a Tánger, que la canto en “flamand” (lengua belga)

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(Jacqueline en plena canción)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:48

Cuando acabó me la pasó para que yo la leyera ya traducida al español y no veas cómo se nos pusieron los vellos… wow… hasta se me saltaron las lágrimas con la emoción…

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(Servidora leyendo la canción de Jacqueline)

Qué momento más bonito vivimos ese día. Ese mismo mediodía, mientras esperábamos que nos sirvieran la comida, nos pusimos a cantar como locos. El momento culminante fue cuando se juntaron mi primo Juan, el otro Juan y Marcel para cantar: “ánger, ánger, ánger, los de Tánger, los de Tánger, etc…” Las risas y los cantos de ese instante quedarán por siempre grabados en mi memoria. Que se repitan muchas veces, con el favor de Dios.

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(Los tres tenores)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:48

Ya os digo que ese día estuvo colmado de sorpresas, porque para comer nos habían preparado dos pastelas riquísimas, de la que todos dimos muy buena cuenta, con otra nueva sorpresa añadida: el regalo que también nos había traído nuestra Antonia Rodrigo, un Rioja Gran Reserva del 2002, un caldo exquisito, que vino muy bien para degustar esas riquísimas pastelas.

(Una de las pastelas que nos ofrecieron ese día)

(Todos con la boquita hecha agua esperando el momento para catarla)

(Excelente botella de "Comportillo")

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:49

Como bien os decía, ese mediodía en el hotel fue memorable por lo bien que nos lo pasamos y los momentos allí vividos, pero como no todo va a ser siempre alegrías, después de comer nos tocó despedirnos de Marcel y Jacqueline con todo el dolor de mi corazón. Mis queridos amigos, espero que nos volvamos a ver antes del año que viene por esta zona, por Alicante, porque sé que de vez en cuando, hacéis una escapadita por estos lares. Por lo tanto, sería un placer inmenso para Ricardo y para mí volveros a tener con nosotros para disfrutar de vuestro cariño y de vuestra compañía. Que así sea. Ese día también se marcharon Ana y su marido Pepe, pero no los vimos por ninguna parte para podernos despedir, fue una lástima... Y ahora me vuelve otra vez, un momento amargo y es que, ese mismo día, también se marcharon mis primos Juan y Carmen con quienes gracias a Dios y por qué no decirlo, gracias a Tánger, hemos vuelto a entablar la relación que teníamos de jovencitos, de niños y que, con el paso del tiempo y las distancias kilométricas que existían entre nosotros, apenas teníamos contacto. Espero que sigamos siempre así mis reyes queridos y ya no sólo por el lazo familiar que nos une, sino por la pareja que formáis tan entrañable y por lo agradable que es estar a vuestro lado. Gracias por todo.
Fijaos el tiempo que ya ha pasado desde ese día, la de veces que ya hemos hablado por teléfono desde entonces y aún se me está haciendo un nudo en la garganta de pensar en esa despedida….
Sigamos pues, esa tarde y después de la siesta, no recuerdo si hicimos algo especial, lo que sí sé es que, llegada la hora, nos fuimos todos a cenar de nuevo al Nejma 2 y cuando digo TODOS, me refiero también a mi querido Roger y a mi querida Conxi que vinieron con nosotros . Sinceramente, aunque nos lo pasamos muy bien y nos reímos mucho también, ya empezábamos a echar de menos a todos los que se habían ido…

(El grupo en el Nejma 2)

Comimos muy bien, pero esa noche ya no hubo té en el balneario, todos nos fuimos a dormir…
Como veréis, la emoción de los primeros días, cuando estábamos todos juntos, se va apagando poquito a poco.
Al día siguiente, o sea, lunes 20 de junio, después del desayuno, nos seguimos despidiendo de más amigos, que también marchaban ese día. Me estoy refiriendo a Tere y a Andrés, su marido. Mis queridos amigos ha sido un placer muy grande para nosotros, contar este año con vuestra compañía en el Charf. Tere, sé que a ti te ha costado un poquito más y ya no sólo por el problema de tus piernas y del cansancio de las cuestas, sino porque al final, tu amiga del alma, nuestra Rosa, no estaba en el mismo hotel. Pero bueno, otro año será, y que sigamos teniendo salud todos, para volver muchas más veces. Que así sea.

(Tere y Rosa en una preciosa foto, muy guapas las dos)

Más tarde llegó otro doloroso momento y fue el de despedirnos de nuestros queridos Antonia y José Luis. Mis queridos amigos, ya os lo he dicho en otras ocasiones, pero la verdad, sois una pareja muy querida para mí y sé que para Ricardo también, al igual que para muchos, por no decir, todos nuestros compañeros del grupo, sois serviciales hasta más no poder y con un corazón muy grande, como quedará demostrado más tarde, cuando siga relatando lo acontecido ese día. Que nos veamos siempre así, en fiestas y alegrías y por mucho tiempo. Que así sea.

(Pepi y Antonia despidiéndose. En esta foto queda reflejada la tristeza del momento)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:51

Después de esta despedida, aún tuvimos un rato de charla en el hall del hotel, haciendo tiempo hasta que llegara el momento de acompañar a nuestro Juan Paredes al aeropuerto, cuyo avión salía a las 13h30, creo recordar.

(Carmen y una servidora, riéndonos un poco recordando tal vez alguna anécdota de días pasados)

Pero poco antes de salir, apareció nuestro querido Roger con un precioso ramo de rosas, el cual hizo que a las féminas se nos pusieron los ojitos muy brillantes. Roger, mi rey, qué detalle más bonito y cuánta emoción nos causó tu presente…

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(Precioso ramo que nos trajo Roger)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:52

Cuando llegó la hora nos fuimos hasta el aeropuerto con Juan, que por cierto, apenas si se despidió de nosotros, sacó su bolso de viaje del coche y nos dijo “hasta luego”, se dio la media vuelta y se marchó… Bueno, lo estoy exagerando un poco, realmente no fue así de rápido, es broma, pero es que mi querido Juan es malísimo para las despedidas y eso que nos íbamos a ver, a los dos días en Elche!!.... Juan, amigo mío, ya no voy a decir más nada de ti, para que no te me pongas colorado, tú ya sabes cuánto te queremos Ricardo y yo y todo lo que significas para nosotros y con esto creo que ya digo suficiente.
Ese mediodía a la hora de la comida, como casi cada día, volvimos a brindar por todos los presentes y los ausentes en ese momento. Aunque ya nada era igual…

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(Brindis por el grupo de Siempre Tánger)

Mi memoria ya va flaqueando y por lo tanto, no os puedo decir qué comimos ese día, tampoco tengo ninguna foto del momento, que me lo pueda revelar. Lo que sí recuerdo con mucho cariño, fue el momento en el que y mientras estábamos con los postres, vimos aparecer al camarero del hotel con una cajita blanca, que se la entregó a nuestra Pepi. Venía acompañada de una tarjeta de visita y cuyo nombre era el de Antonia López, nuestra Antonia. Había que estar ahí para ver la emoción, el llanto y al mismo tiempo la alegría que se le puso a nuestra Pepi en la cara al destapar la cajita y ver ese pollito de merengue de “La Española” que le había dejado Antonia, porque y por lo visto, el día anterior habían estado juntas ahí y no tenían en ese momento. Por eso os comentaba antes el corazón de Antonia López, ese detalle ya lo dice todo de ella y de su marido José Luis.

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(Pepi emocionada al ver el contenido de la caja)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:53

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(Carita de satisfacción ante semejante manjar)

Y no conformes con eso, más tarde volvió a aparecer el camarero con una bandeja de pastelitos morunos, que nos brindaron los dueños del hotel, acompañados de un sabrosísimo té con hierbabuena. Qué ricos estaban Dios mío!!...

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(Pasteles morunos deliciosos)

Sujet: Re: VOYAGE D'OLGA ET RICARDO AU MAROC 2011 Lun 14 Nov 2011 - 17:54

Después de comer y tras haber pasado esos momentos tan “dulces”, de nuevo el amargor de otra despedida. En este caso se trataba de nuestros queridos Carmen y Toni que también a ellos les llegó su hora… Carmen y Toni o Toni y Carmen, en este caso da igual el orden porque los dos demostráis de sobra el sentimiento por Tánger, por el grupo y la felicidad tan grande que se manifiesta en vuestras caritas, cuando estamos todos juntos. Como al resto del grupo, le pido a Dios que os de salud y vida larga, para que nos volvamos a encontrar muchas más veces, pero no únicamente en nuestra tierra, sino en cualquier otro lugar de España, pero siempre con esa sonrisa que nos regaláis a todos. Que así sea.
Bien, esa tarde, después de una pequeña siesta, fuimos a cumplir con bien a los cementerios, para encender una vela por nuestros antepasados y por los antepasados de muchos amigos que, sea por la distancia o por la edad, ya no pueden ellos venir a Tánger. En esta ocasión nos acompañó nuestra Pepi. Primero fuimos al cementerio judío de la calle Fez y mientras visitábamos la tumba de un ser querido y rezábamos una oración, oí como Pepi decía: “no me lo puedo creer, estoy ante la tumba de Mr. Gozal” y por su cara rodaron un montón de lágrimas… Por lo visto este señor fue profesor de “La Alianza” donde ella y muchos más amigos de nuestra web cursaron sus estudios. Y a este señor en concreto, Pepi le tenía un cariño muy especial. Ya ves Pepi, te pasó como el día que yo buscaba la tumba de mi abuela Olga, también la encontré de casualidad, cuando ya casi había perdido la esperanza de hallarla…. Alguien me dijo una vez; “no hace falta que los busques, tus seres queridos te dirigen los pasos hacia ellos”… Y es verdad. Cuántas veces me habías comentado la ilusión que te haría encontrar alguna vez la tumba de Mr. Gozal y mira tú por donde, ahí estaba, a tus pies y sin tú quererlo tuviste la ocasión de rezar también por su alma… Que en Gloria estén todos. Amén.
Más tarde, cuando salimos de ese cementerio, nos dirigimos hacia Boubana, al cementerio europeo o cristiano, según se le quiera nombrar, para visitar también las tumbas de nuestros antepasados y las de algunos amigos. Aquí y ahora tengo que hacer un alto en el camino, para lanzar un grito de clamor al cielo. Me dio una vergüenza muy grande, encontrarme con un cementerio completamente abandonado, con toda clase de malezas por las lluvias recientes y en un estado lamentable. No entiendo qué pasa con los consulados de España, Francia, Italia, Portugal, Alemania, etc.… ¿Por qué nadie se preocupa de mantener ese cementerio en condiciones respetables? ¿Acaso cuesta tanto tener un guardián allí, que lo vigile y que esté al tanto de todo? Os repito, es una auténtica vergüenza. Solamente pude visitar la tumba de mis abuelos, porque da la casualidad de que está junto al muro que da a la carretera. A la tumba del padre de Ricardo y a la del abuelo de una amiga, me fue completamente imposible llegar. Ricardo sí que subió hasta la de su padre, pero cuando volvió traía los pies ensangrentados, por la cantidad de zarzas con las que se encontró por el camino. Es un auténtico desastre y no sé a quién debería dirigirme. Allí solamente había un anciano, que por lo visto era el antiguo jardinero y me comentó que el guardián que había antes, a quien le dábamos una “propina” para que nos limpiara las tumbas y los alrededores de malezas, lo habían despedido, pero que él desconocía los motivos. Y que él llevaba allí tres meses solo, sin que nadie le dijera nada… Insisto, es un auténtico desastre y una pena grande el abandono que sufre ese cementerio y al mismo tiempo, todos los que allí reposan…
Bueno, volviendo al relato, después de llevarnos ese sofocón por el estado deplorable del cementerio europeo, nos fuimos hasta el hotel, a descansar un poco, mejor dicho, a calmar nuestra rabia. Más tarde nos planteamos dónde cenar esa noche. A mí se me ocurrió ir a un restaurante, en el cual ya habíamos estado en otras ocasiones y que está situado en los bajos del edificio Reschhaussen. Me refiero al restaurante “Le terminus du Nord”. Qué penita, ya sólo fuimos: Pili, Encarna Chacón, Pepi, Antonia, Ricardo y yo y hasta allí nos fuimos dando un paseo, porque hacía una noche espléndida. Cenamos bien, por lo menos a mí me gustó. Recuerdo que pedí el tajine de Kefta que allí lo hacen riquísimo. Fue una velada agradable, porque la charla fue muy amena, pero ya sin el jolgorio de días pasados cuando estábamos todo el grupo. Ricardo y yo volvimos también andando hasta el hotel, pero las féminas cogieron un taxi, porque el cansancio ya primaba… Al llegar, nos fuimos a dormir pronto ya que, al día siguiente, había que preparar las maletas porque nos íbamos también y en ese momento ya nos despedimos de Pili, porque era la primera que se marchaba al día siguiente. Creo recordar que el taxi la venía a buscar a las 8h de la mañana. Pili mi reina, a ti también quiero agradecerte tu compañía y a pesar de tu timidez, tus conversaciones eran muy agradables y placenteras… En más de una ocasión me reí mucho contigo…
Ya poco me queda por contaros, sólo explicaros que el martes, 21 de junio y después del desayuno, Ricardo y yo quisimos despedirnos de mi querida Muchi. Así que salimos del hotel hacia su casa, que está a unos 50 m más o menos y de nuevo una grata sorpresa, mis queridos Roger y Conxi, al saber que nos íbamos ese día, también se acercaron a nuestro hotel para despedirse de nosotros. Otro bonito detalle de mi gente querida, qué corazón más grande tenéis… Roger fue quien se encargó de avisar a Muchi por teléfono para que bajara. Y así fue, conversamos un ratito y nos despedimos de Muchi rápidamente, porque la pobre mía estaba en pleno trabajo y había dejado esperando a una clienta. Muchi mi cielo, ya sabes que este año ha sido más que especial para las dos y tú también has vivido lo tuyo con la pérdida de tu prima, que en paz descanse… Pero bueno, como yo digo, hay que levantar la cabeza y seguir adelante, para que todo, poquito a poco, vuelva a la normalidad. Después, con penita también nos despedimos de Roger y de Conxi y creo que volvieron a su hotel. Roger, mi rey, ya sabes el cariño que también te tengo por muchos motivos, pero el principal de todos, por lo “buena gente” que eres… Que nos veamos siempre y que sea por muchos años más. Conxi, mi cielo, la carita más risueña de todo el grupo, mujer que se ríe hasta de su sombra, pero al mismo tiempo con unos sentimientos muy grandes. Te digo lo mismo que a Roger y al resto de amigos, que nos volvamos a ver muchas más veces donde sea, pero que nos veamos.
Después de estas despedidas, regresamos a nuestro hotel, donde ya nos estaban esperando las cuatro señoras que aún quedaban, pero que también partían ese día, me refiero a Carmen Francés, Encarna Chacón, Antonia Rodrigo y Pepi Quintana. Vosotras, mis reinas queridas, vivisteis ese momento de la despedida en carne propia, por lo tanto sobran las palabras. Al igual que he ido diciendo a lo largo de este último, digo penúltimo (ya sabéis que no me gusta esa otra palabra) relato, pido a Dios que os de mucha salud, mucha alegría y el mismo entusiasmo, para que sigáis volviendo a Tánger una y un millón más de veces… por lo menos… En serio, fue un placer y una alegría muy grande para mí, compartir estos días con vosotras en nuestro Tánger y disfrutar de vuestra compañía. Nos hemos reído, hemos llorado y hemos disfrutado de todo siempre juntas.
Bueno, creo que ya voy a rematar el relato, no sin antes agradecer de nuevo a todos y cada uno de los amigos que nos han acompañado este año a Tánger por lo bien que lo hemos pasado con todos vosotros y por el apoyo recibido en los momentos que ya todos sabéis, gracias de corazón. También quiero mencionar a los que no han podido ir por el motivo que sea, os pido que no dudéis en venir a ver nuestra ciudad, que cada día está más maravillosa. Al mismo tiempo y aunque sé que no lo van a leer, quiero agradecer a los dueños del hotel, así como a todos los miembros del servicio las atenciones recibidas y el buen trato que nos brindaron en todo momento. Ahora mismo me estoy acordando del día que la dueña del hotel cogió su coche para llevar a nuestro Marcel a buscar una farmacia, para encontrar una venda para su rodilla…¿te acuerdas Marcel? Eso no lo hacen en todos los hoteles… Y finalmente quiero agradecer especialmente a los lectores de estos relatos por vuestra paciencia en leer durante tanto tiempo todo lo que os he ido contando, a mi manera, con mi estilo, creo que con palabras sencillas, pero eso sí, cargadas de sentimientos. Asimismo, agradecer desde lo más profundo del alma vuestras cariñosas palabras de felicitación, que me han llenado de orgullo y de ánimos para seguir narrando mis vivencias, que han sido y son las de todo el grupo.
Muchas gracias a todos. Os envío un abrazo muy grande, todo mi cariño y, como ya os dije el año pasado al terminar mis relatos:
“Hasta el año que viene, por supuesto, en nuestro Tánger, incha’allah”